Elías Bendodo, coordinador del PP, ese trabajo complicado o imposible, ha salido muy indignado enseñando un billete de lotería con publicidad de la ley del ‘sólo sí es sí’. La verdad es que la ley Montero, ley propagandística y con el tamaño de un sello, la ve uno muy bien en un billete de lotería, allí en el sitio de una carabela, de una Anunciación o de un aniversario de Alfonso X. La ley, con su eslogan, su logo y no sé si hasta su canción, como una vuelta ciclista, no deja de ser una de estas cosas colombinas, conmemorativas, museísticas, olímpicas, que suelen poner en la lotería para no dejar en crudo el egoísmo de los millones y el azar de la suerte. La ley Montero tiene algo de aspiración a la gloria filatélica, algo de efemérides de la reconquista, algo de arte de convento, algo de olimpiada de Gallardón y algo del sello del PCE, que también han sacado aquí nuestros ilustradores (no lo digo sólo por dibujantes sino por educadores). Yo creo que la ley estaba más pensada para acabar en un décimo de lotería, como el recuerdo de Naranjito o el centenario del Hércules de Alicante, que para ser aplicada por los jueces.

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