Podemos está al borde del abismo y más le vale coger al vuelo lo que se le ofrezca que seguir resistiendo inútilmente porque la realidad es que está derrotado.

Pongámonos por un momento en que no hay acuerdo entre Podemos y Sumar, que tampoco es una cosa tan inverosímil a las 21,17 de la tarde-noche en que se escriben estas líneas. 

Una de las consecuencias de esa falta de acuerdo, además de las ya conocidas de dispersión del voto “progresista” que no quiere votar al PSOE sería que uno de los dos contendientes tendría que convencer a la Junta Electoral Central de que su formación es heredera de la antigua coalición Unidas Podemos que compitió en las anteriores elecciones de 2019 porque, en caso contrario, no podrán participar en los debates que se organicen a cuatro en las distintas cadenas. 

Pero claro, si Podemos va por su cuenta e Izquierda Unida va en el lado de Sumar, podríamos estar ante una partición de los tiempos de debate. Ya se produjo un escena así en mayo de este año cuando la candidata de Podemos, María Marín, debía abandonar el plató para que ocupara su sitio la candidata de la lista de Más Región-Equo, Helena Vidal. Pero la de Podemos se negó  a abandonar el escenario y en vista de su actitud,  hubo que suspender el debate.

No digo que una cosa idéntica fuera a pasar pero sí digo que la posibilidad, ahora mismo muy probable, de que no haya acuerdo obligaría a la JEC a dividir los tiempos toda vez que Sumar sí es heredera de Izquierda Unida, a la que lleva en sus listas, pero Podemos también tendría derecho a la mitad del tiempo del debate.

Y no estoy exagerando ni un pelo. En Cataluña, donde Pablo Iglesias tiene sentados sus reales y participa en distintos programas de radio y televisión, ha sido donde ha acusado a Ada Colau a Joan Baldoví y a Mónica García, y por extensión a Íñigo Errejón, de no querer ir con Podemos ni a la vuelta de la esquina. “Los problemas están ahora mismo en Cataluña Valencia y Madrid” repitió Pablo Iglesias en el programa de televisión Els Matins.

El talante de Podemos se da de bofetadas con la disposición amable de Yolanda Díaz que quiere ahormar un partido o una coalición sin aristas para poder estar al lado del PSOE

Y esto no es que sea del todo incierto, es que el talante de Podemos se da de bofetadas con la disposición amable de Yolanda Díaz que quiere ahormar un partido o una coalición sin aristas para poder estar al lado del PSOE en el hipotético caso de que los socialistas ganaran las elecciones.

Y Pablo Echenique es un tipo duro que ha intervenido siempre con un hacha en la mano. E Irene Montero será la de la ley del “sólo sí es sí” y la de la ley trans ya para toda su vida y cualquiera que tenga un poco de sentido común comprenderá que la primera es una ley que ha arrasado a la sociedad, y la otra es una ley  que ha dividido al movimiento feminista. Es decir, que Irene Montero jamás sería una candidata de consenso.

Pero además de eso, hay que medir los resultados electorales de unos y de otros. Y claro, Compromís exhibe unos resultados que los de Podemos no pueden negar, 279.644 votos a favor de Compromís en las municipales; en las autonómicas de 263.525 de nuevo a favor.

Y Podemos no ha tenido representación ni en Madrid, ni en Valencia, ni en Canarias. Y aunque ninguno de los partidos de izquierdas pueden exhibir unos buenos resultados, Podemos se lleva la palma porque ha perdido su representación en múltiples sitios.

Por eso tienen razón en Compromís y en Más Madrid cuando dicen que habrá que valorar el peso electoral de cada cual.

En cualquier caso, la cifra máxima a la que pueden aspirar los componentes de Sumar en lo referente a escaños en el Congreso es de 21, como Izquierda Unida en los tiempos de Julio Anguita.

Eso siempre que, superado el escollo de montar la coalición, para lo que ya no disponen más que de 48 horas, está el escollo de las listas y, superado ése, que es mucho decir, les espera el escollo del reparto de fondos.

No es como para tirar cohetes, ciertamente.  Pero es mejor que lo que puede ofrecer ahora mismo Podemos, que si se queda fuera de la coalición va a firmar su sentencia de muerte.