El Fiscal General del Estado, está a punto de cometer una tropelía de dimensiones irreversibles para su carrera y su buen nombre.

Fue Fiscal General del Estado nombrado por Dolores Delgado quien ahora espera que le devuelva el favor –aunque ya la ha nombrado Fiscal de Sala, la máxima categoría dentro de la carrera fiscal- rematando la maniobra y nombrándola para un puesto de nueva creación cual es la de Fiscal de Sala de Memoria Democrática y Derechos Humanos.

La carrera de esta fiscal, Dolores Delgado, ha sido meteórica desde que gobierna Pedro Sánchez: de humilde fiscal de la Audiencia  Nacional pasó a ser ministra de Justicia y de ahí sin solución de continuidad fue nombrada Fiscal General del Estado. en una decisión muy de Pedro Sánchez y de su inveterada costumbre de pasarse las normas y el respeto por el arco del triunfo. 

Aquel nombramiento fue un escándalo del que todavía se escuchan los ecos: pasar de ministra de Justicia a Fiscal General del Estado era algo nunca visto y probablemente nunca lo volveremos a ver a no ser que nos toque en la lotería del 23J de nuevo a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Pero esto era lo nunca visto. 

Bien, pues resulta que la Fiscal General del Estado se puso enferma con unos dolores espantosos de columna. Y hubo que sustituirla a petición propia. Y entonces apareció Álvaro García Ortiz en nuestras vidas como Fiscal General. Hay que decir que en su trayectoria ha dado algunas sorpresas porque su gestión no ha sido tan sectaria como la mayor parte de la carrera fiscal se temía.

Pero no se olvidó de a quién tenía que agradecer su ascenso y poco tiempo después nombró Fiscal de Sala a Dolores Delgado, un ascenso que realmente no merecía toda vez que su nombramiento como Fiscal General del Estado había provocado el escándalo de la carrera y de la opinión pública. Su último destino ha sido la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo

Pero ahora le llega la hora de la faena y hacer subir a la señora Delgado a su auténtica aspiración: Fiscal de Sala de Memoria Democrática y Derechos Humanos.

Escándalo sobre escándalo, el actual Fiscal General ha actuado rápidamente en cuanto ha escuchado a Pedro Sánchez decir que las elecciones se celebrarán el 23 de Julio

Escándalo sobre escándalo, el actual Fiscal General ha actuado rápidamente en cuanto ha escuchado a Pedro Sánchez decir que las elecciones se celebrarán el 23 de Julio. Él cesa al mismo tiempo que cesa el Gobierno de modo que o se daba prisa en nombrar a su protectora convertida ahora en protegida por el cambio de papeles, o la faena quedaba sin rematar.

Y dicho y hecho, acortó los plazos de la convocatoria al Consejo Fiscal preceptivo, pero cuya opinión no es vinculante, y la fijó para hoy jueves.

Si persiste en el nombramiento de Dolores Delgado -hay otros tres aspirantes al cargo- estará incurriendo en un abuso de poder manifiesto y en un claro conflicto de intereses.

De todos es sabido que la señora Delgado es pareja del ex juez Baltasar Garzón, cuyo despacho de abogado está especializado en las mismas materias que ella tendría que abordar después de su nombramiento. De tal manera que en esa pareja las cuestiones que se aborden en el ámbito privado tendrán su réplica en el ámbito de lo público gracias al nombramiento de Dolores Delgado para un cargo hecho a la medida para ella.

La cuestión es que de lo que se trata es de poner un peón en el Tribunal Supremo que ejerza una oposición militante contra las medidas de un nuevo Gobierno si se produce un cambio en el Ejecutivo.

Porque Alberto Núñez Feijóo ya ha dicho que una de las leyes que se dispone a derogar es esa malhadada Ley de Memoria Democrática que se aprobó con la participación de Bildu y donde no se dice ni una sola palabra de los crímenes perpetrados por la banda terrorista de la que Bildu es su heredera. Quizá Feijóo pueda anular el cargo de la señora Delgado si se anula la Fiscalía para la Memoria Democrática, pero si no se anula esa Fiscalía, la titular será siempre, hasta que se jubile, Dolores Delgado.

Por eso con Delgado como Fiscal para la Memoria Democrática lo tendrá mucho más difícil el nuevo Gobierno si llega. Y si no llega, si Pedro Sánchez sigue en el sillón, tendrá a la señora Delgado haciendo guardia dentro del Tribunal Supremo.

No me choca que el Consejo Fiscal en su mayoría haya pedido la dimisión de Álvaro García Ortiz y que califique lo que está a punto de pasar de “burda maniobra" porque lo que suceda hoy es una vergüenza para toda la carrera y un descrédito para la inmensa mayoría de fiscales. Y nefasto para el buen nombre de España.

No sé las sanciones a que será acreedor si comete esta irregularidad, seguramente ninguna, pero seguro que está todo hablado con Pedro Sánchez y por supuesto con Dolores Delgado. Y también con Baltasar Garzón cuyos abultados ingresos le habrán compensado grandemente su expulsión de la carrera judicial y que hace tándem con la señora Delgado en múltiples actos con estas materias en el programa. Es decir, que Dolores Delgado será fiscal y parte en todos los asuntos que se aborden.

No hay por donde cogerlo. Sencillamente.