Una prestigiosa dermatóloga, un ejecutivo compi yogui de la Reina Letizia, un comisario de polícia ya retirado, la sombra del Centro Nacional de Inteligencia (CNI)... El caso del presunto apuñalamiento a la doctora Elisa Pinto incluye también a un santero, al que la presunta víctima recurrió en busca de protección esotérica en el verano de 2014 después de haber sido supuestamente apuñalada en dos ocasiones. "Esto tiene que parar de alguna forma porque no puedo vivir así", le dice al hechicero la médico, citada a declarar este miércoles en calidad de testigo por la juez que instruye la causa.

Pinto denunció el 13 de enero de 2014 que había sufrido una agresión por parte de un varón, que le habría clavado un cuchillo en su hombro izquierdo cuando se encontraba en el interior de su vehículo en la madrileña avenida del Comandante Franco. A éste habría seguido otro apuñalamiento el 10 de abril de 2014 en la avenida de Pío XII de Madrid que le habría provocado una herida incisa de un centímetro al lado del ombligo por la parte izquierda. Entre ambas, la doctora formuló diversas denuncias por llamadas amenazantes recibidas en su teléfono, asegurando ante la Guardia Civil que la persona de la que sospechaba era el hoy ex consejero delegado de OHL Javier López Madrid. Éste declaró el pasado 13 de julio como investigado en el caso que dirige el Juzgado de Instrucción 39 de Madrid y tiene denunciada a Elisa Pinto por amenazas y acoso en una causa que se sustancia en otro juzgado madrileño.

En las actuaciones que dirige el Juzgado de Instrucción 39 de Madrid consta la transcripción parcial de la conversación que Pinto mantuvo el 3 de junio a las 19:07:56 horas con una persona identificada como Antonio G.G., que, cuando prestó declaración en calidad de testigo ante la Sección de Secuestros y Extorsiones de la Brigada de Delitos contra las Personas de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional el 15 de febrero de 2016, reconoció que practicaba la santería y que había recibido varias veces la visita en su casa de una mujer que dijo llamarse "Elizabeth". Esa llamada fue interceptada por el Equipo Mujer Menor (EMUME) de la Guardia Civil tras autorizar la instructora que se le pinchara el teléfono a la dermatóloga por si ésta recibía amenazas y el contenido es considerado "de interés" para la investigación.

Es que ese hijo de puta lo tiene que pagar con sangre", dice la doctora en una conversación con el santero en junio de 2014

Una de las razones que llevó a Elisa Pinto a mantener aquella conversación -con una duración de diez minutos y 25 segundos- era la de informar a su interlocutor de que, el domingo anterior, alguien se había acercado a su hijo a las puertas de la iglesia y que, al percatarse el sacerdote de la escena, empezó a gritar. "Como había gente, el tipo se puso nervioso y salió corriendo", le cuenta al santero.

Antonio.- Esto parece una película...
Elisa.- Y yo de verdad que ya es que si no acabo con él por esta vía acabo con él con otra, porque ya meter a mis hijos...
A.- Estate, estate tranquila.
E.- O sea, entiéndeme. Es que yo, meter a mis hijos, o sea, ser tan sinvergüenza de que primero mi hijo estuviera delante cuando me apuñalaron y que ahora intenten no sé si llevárselo o solo asustar pero generar esa angustia en un niño... ¿Tú sabes lo que es que vea que un hombre se lo quiera llevar yendo solo con su abuela? Mira, de verdad, Antonio, es que ese hijo de puta lo tiene que pagar con sangre, te lo digo de verdad.

Ese "hijo de puta" debe de ser López Madrid, del que la dermatóloga le dice instantes antes a su interlocutor que "tiene que estar fastidiado" después de que la juez hubiera llamado a la compañía "Ferroatlántica" preguntando por la titularidad de un teléfono del que se habían interceptado algunas llamadas. "Le tienen que haber dicho: 'Oye, que de un juzgado acaban de pedir tu número de teléfono', con lo cual estará preocupado, eso para empezar. Y luego yo espero que lo que tú estás haciendo... Es que esto, yo tal y como lo veo, de verdad o acabo con él o él acaba conmigo", expone.

La juez cita a declarar como testigo este miércoles a Elisa Pinto tras solicitarlo la defensa del ex comisario Villarejo

En el curso de dicha conversación, Elisa Pinto pregunta al santero si puede abrirle un hueco para recibirla el viernes (6 de junio de 2014) a mediodía, víspera de que su hija tomara la Primera Comunión, para "ver si podemos hacer algo como de protección para mí". Ella aprovecharía aquel desplazamiento para recoger los amuletos, "al menos el pequeño" para poder llevárselo "de protección".

Según se lee en su acta de declaración, a la que ha tenido acceso este periódico, Antonio G.G. declaró a la Policía que a través de una cliente suya se presentó en su casa una mujer que dijo llamarse "Elizabeth" y que acudió "tres o cuatro veces a lo largo del verano de 2014". En la primera visita le contó que acudía porque "a su empresa le iba mal" y que "iban pocos clientes", antes de cambiar de conversación y asegurar que la habían agredido. "De hecho, se levantó la camisa en ese momento para enseñar un esparadrapo que tapaba lo que ella dijo [que era] una puñalada", detalla el acta.

El santero, que recuerda que la dermatóloga siempre iba a acompañada por "un escolta trajeado", contó que le había requerido a aquélla un amuleto de protección y que le había recomendado que acudiera a la Policía. Nunca, añadió, le pidió Pinto que hiciese "nada contra ninguna persona, ni magia negra ni nada parecido", y contó que el cobro por sus servicios fueron unas cremas para su mujer. Preguntado por los funcionarios policiales si le otorgaba credibilidad al relato de su cliente, Antonio G.G. dijo que "todo le sonaba un poco raro". "Insistía muchas veces con que intentaban secuestrar a sus hijos, que la llamaba...", explicó.

¿Le estás dando mucha caña a él?", le pregunta la dermatóloga al 'hechicero' en una llamada grabada por la Guardia Civil

Frente al testimonio del santero en su comparecencia en sede policial, en la conversación se escucha cómo Pinto se interesa por el trabajo que supuestamente aquél está realizando para ejercer malas influencias sobre López Madrid:

Antonio.-Tú déjame que estamos trabajando.
Elisa.-
¿Tú le estás dando caña a él y a ella?
A.-Cuanto tú vengas tú vas a ver, cuando tú vengas tú vas a ver...
E.-¿Y a ella le estás metiendo caña también?
A.-A ella le metí caña desde el otro día.
E.-Vale, fenomenal.

Ese pasaje tiene lugar instantes después de que el santero dejara entrever que su servicio surtiría efecto: "Tú verás cómo eso va a explotar porque yo estoy haciendo (...). Tú deja que eso camine, que tú vas a ver cómo esto va a explotar. Esto es un poco lento pero seguro y, cuando llega, llega a reventar. Tú verás, por eso te estoy preguntando si se sabe algo de Javier [López Madrid] porque yo creo que Javier no debe estar ahora bien".

El acompañante de López Madrid

Después de que la juez imputara al comisario ya jubilado José Manuel Villarejo, al que Elisa Pinto identificó en una rueda de reconocimiento como el supuesto autor de la agresión, la juez sigue practicando diligencias para esclarecer los hechos. Según ha podido conocer El Independiente, la dermatóloga está citada a declarar este miércóles, después de que la instructora accediera a la petición planteada por la defensa de Villarejo. Pinto acudirá en calidad de testigo, por tanto con obligación de decir la verdad.

También el miércoles tendrá que testificar el abogado Rafael Redondo, socio del citado ex comisario y la persona que acompañó a López Madrid -imputado también en esta causa por presunto acoso a Elisa Pinto- en una visita a la consulta de la dermatóloga el 10 de diciembre de 2013. En un acta de manifestaciones fechada el 23 de julio de 2015 que consta en las actuaciones, Redondo asegura que el 10 de diciembre de 2013 acompañó a la consulta de la doctora Pinto en la Clínica Quirón San Camilo de Madrid al ex consejero delegado de OHL a petición de éste para tener "un testigo" de lo que hablara con la doctora. En contra de lo que sostiene Pinto, Redondo dijo al notario que "ni lo vio [a Villarejo] siquiera en el edificio o en las proximidades del lugar en que la misma se celebró".