Los comunes de Xavier Domènech no facilitarán ni que Inés Arrimadas sea presidenta de la Generalitat ni que Ciudadanos presida el Parlament. Para ambas cosas debería producirse un acuerdo entre el partido naranja y Catalunya en Comú que en la coalición de izquierdas descartan, según informa la Agencia Catalana de Noticias y publica El Nacional citando fuentes de la formación. Las mismas fuentes señalan que ni siquiera se han producido contactos hasta el momento.

Inés Arrimadas ya ha manifestado que, dada la mayoría absoluta de 70 escaños conseguida por JxC, ERC y la CUP, corresponde a estas formaciones ponerse de acuerdo para elegir a un presidente de la Generalitat. Pero no renuncia a presentar una candidatura propia si ese acuerdo no se produce y los ocho ex consejeros y líderes políticos huidos o encarcelados no renuncian a sus escaños. En ese caso, los 70 diputados independentistas se quedarían en 62, y la presidencia de Arrimadas sería posible en segunda vuelta -donde sólo es necesaria una mayoría simple- contando con los votos de Cs, PSC y PP (57), además de al menos seis de los ocho de CeC.

A esta opción, remota, se ha referido este miércoles la propia Arrimadas en una entrevista concedida a Onda Cero. "No veo nada claro que se pongan de acuerdo", ha dicho la líder de Ciudadanos en Cataluña, aunque ha subrayado que la prioridad de su partido es trabajar para conseguir la presidencia de la Mesa del Parlament.

La aritmética de la Mesa

"Todo lo que hemos visto en la legislatura pasada ha sido posible porque la presidenta del Parlament no era la presidenta del Parlament, sino la presidenta de la ANC y la delegada de Puigdemont", ha declarado en referencia a Carme Forcadell y a la relevancia estratégica del puesto.

La Mesa del Parlament está compuesta por siete miembros.  Según la aritmética parlamentaria surgida de las urnas del 21-D, la correlación de fuerzas debería ser de dos para Ciudadanos, dos para Junts per Catalunya, dos para ERC y uno para el PSC. De esta forma, el independentismo podría sumar mayoría absoluta también en la mesa y nombrar a un presidente de su elección.

Sin embargo, todos estos puestos se eligen en votaciones separadas y una posible estrategia pasaría por un pacto entre el bloque constitucionalista y los comunes de Xavier Domènech para otorgarles un puesto en la Mesa, a costa de uno de los asientos que sobre el papel le corresponderían al independentismo. Esto rompería la mayoría absoluta secesionista en este órgano y podría propiciar un presidente de Ciudadanos o incluso de los propios comunes, según se ha especulado en las últimas semanas.

No obstante, las fuentes del partido que lidera Xavier Domènech insisten en que no han existido contactos entre ambas formaciones y avisan de que Arrimadas no puede contar con ellos para llevar a la práctica esa hoja de ruta.