Y a menos de 48 horas de la fecha límite, se produjo la sorpresa. Y ha venido de parte del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, quien ha comparecido en rueda de prensa este lunes tras reunir a su Ejecutiva para anunciar que tratará de pactar con Pablo Casado in extremis para "desbloquear la situación" y hacer presidente a Pedro Sánchez siempre y cuando éste acepte una serie de condiciones consideradas "de Estado".

Rivera ha llamado este lunes por la mañana al líder del Partido Popular "a pesar de nuestras diferencias" para ofrecerle precisamente una "solución de Estado" urgente ante el bloqueo político en que se encuentra el país, proponiendo a Casado una reunión esta misma tarde en el Congreso para abordar conjuntamente una posible abstención antes de que ambos líderes políticos acudan mañana a la cita con el Rey.

"España debe tener una respuesta de país ante la actitud de Sánchez", subrayaba Rivera, justificando la necesidad de pactar con el PSOE si ello implica evitar la repetición de elecciones.

La petición de Ciudadanos ya ha sido secundada por voces destacadas del PP, como la del ex ministro de Asuntos Exteriores José Manuel García-Margallo, que ha calificado a Rivera de "gran estadista y gran español" a través de Twitter aunque, asegura, su tesis "coincide con la que lleva pidiendo Pablo Casado desde hace tiempo"

Desde Génova, sin embargo, se desmarcan de Rivera. Pablo Casado, aseguran fuentes populares, "está dispuesto como siempre ha hecho" a reunirse tanto con Albert Rivera como con Pedro Sánchez y que es este último "el que tiene que contestar" al órdago del líder naranja.

Con los 124 votos a favor con los que ya cuenta Pedro Sánchez (PSOE+PRC) y las 123 abstenciones que sumarían conjuntamente PP y Ciudadanos, el líder del PSOE podría ser investido presidente del Gobierno esta misma semana.

Tres condiciones irrenunciables

El pacto de Estado dentro del "constitucionalismo" entre PP, Cs y PSOE que ha propuesto Rivera pasa por tres compromisos irrenunciables "con España y con los españoles" que deberían acatar en Ferraz: un cambio de Gobierno en Navarra, instando a Sánchez a romper "su pacto con Bildu" y gobernar con Navarra Suma; volver al orden constitucional en Cataluña con una mesa para estudiar la aplicación del artículo 155, así como comprometerse a no indultar a los presos del 'procés' si son condenados; y diseñar una política económica que no implique subidas de impuestos.

"Si Sánchez fracasa, Cs tiene que ser parte de la solución", manifestaba Albert Rivera, que pedía directamente a Sánchez que asumiese estas condiciones en su "discurso de investidura". Si lo hace, Ciudadanos desbloqueará el Gobierno y España no irá a las urnas.

Si Sánchez asume las tres condiciones "de Estado", Ciudadanos desbloqueará la investidura

Se trata de una solución "límite" dado que, como ha expresado el propio presidente naranja, "no hay un candidato a la altura". La expectación ahora es máxima. Con los plazos a punto de agotarse, Rivera ha lanzado un revés inesperado a Sánchez. Precisamente, el hecho de que el líder liberal haya evitado durante meses la reunión que le pedía el Ejecutivo en funciones para negociar su abstención y la ofrezca a última hora podría convertirse en el clavo ardiendo al que se aferre Sánchez para rechazar la propuesta.

Aunque al borde del precipio, Ciudadanos ha rectificado finalmente su estrategia del 'no' irrenunciable a Pedro Sánchez, una decisión durante meses criticada por círculos tanto externos como internos que pedían a Rivera dejar de lado "intereses partidistas" en pro de "responsabilidad de Estado", y que le ha costado al partido importantes dimisiones, como la de Francisco de la Torre o Javier Nart.

Ciudadanos se hunde en las encuestas

El órdago de Rivera ha descolocado al espectro político. El anuncio ha sumido las ofertas de Unidas Podemos en la irrelevancia y la pelota para evitar la repetición electoral se encuentra ahora en el tejado de Sánchez.

Es importante subrayar que el golpe de efecto naranja se produce en un contexto en que, con el escenario de repetición electoral más cerca que nunca, los sondeos pronostican una importante pérdida de representación para el proyecto de Rivera en las urnas a costa de un fortalecimiento de los populares.

Según la encuesta DYM para El Independiente-Prensa Ibérica, menos de la mitad de los votantes que votaron a Ciudadanos en primavera repetiría su voto el 10 de noviembre (46%), atendiendo a una fuerte desmovilización e indecisión dentro del electorado naranja.

De hecho, siempre según los sondeos, unos nuevos comicios podría suponer para Ciudadanos sentenciar todo el terreno que logró conquistar el 28A, cuando se quedó a 200.000 votos de un histórico sorpasso al PP y cosechó 57 diputados, de los que podría perder 22 de confirmarse los peores augurios.