Vox ha crecido gracias al desprecio de la izquierda y las reticencias de la derecha hasta llegar a las elecciones generales del 10-N en una situación inmejorable para sus intereses. Los sondeos auguran un crecimiento de la formación de ultraderecha en las urnas.

El partido de Santiago Abascal ha crecido con un mensaje indiscutido y ya es demasiado tarde para intentar restarle presencia. Vox celebrará su resultado del domingo, pero para España supone un problema muy grave.