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CRISIS DEL BREXIT

Primera victoria judicial para Boris Johnson sobre el cierre parlamentario

Un juez escocés da su primera satisfacción al premier al rechazar la suspensión cautelar pero el ex primer ministro conservador John Major se suma a la causa en el Supremo en Londres contra la interrupción de las sesiones

Boris Johnson, primer ministro británico y feroz defensor del Brexit.

Boris Johnson, primer ministro británico y feroz defensor del Brexit. EFE

El contraataque para frenar a Boris Johnson se libra ahora en tres frentes: judicial, parlamentario y en las calles. También es una batalla contra el reloj. El primer ministro británico sabe que quien maneja el tiempo controla el poder y por eso ha decidido suspender cinco semanas la actividad parlamentaria. Este viernes un tribunal escocés ha decidido que no habrá suspensión cautelar. El juez Lord Doherty ha dado esta primera satisfacción a Boris Johnson.  Pero hay posibilidad de recurrir y la semana que viene se verá si el cierre parlamentario durante cinco semanas es legal o no.

En Edimburgo se ve una de las tres causas pendientes contra la decisión de Boris Johnson. En Londres se ha sumado este viernes a la acción judicial en el Supremo el ex primer ministro conservador John Major. Es un hecho sin precedentes que un ex jefe del Gobierno actúe en los tribunales contra una decisión política de otro primer ministro del mismo partido.

"No tengo duda de que el motivo del primer ministro al suspender temporalmente el Parlamento es burlar la soberanía parlamentaria que se opone a su política", ha declarado en un comunicado.

En nombre de un grupo de 75 diputados y miembros de la Cámara de los Lores, Aidan O'Neill, argumentó ante un tribunal de Edimburgo que el primer ministro ha echado por tierra más de 400 años de tradición parlamentaria al solicitar a la reina que suspenda temporalmente las sesiones del Parlamento para obtener rédito político.

O'Neill urgió a Lord Doherty que suspenda cautelarmente la medida de interrumpir las sesiones parlamentarias. "Es lo que significa una monarquía parlamentaria. No es una forma de autocracia o derecho divino que suponga que el rey no puede equivocarse", señaló O'Neill, según informa The Guardian. La reina ha de cumplir con lo que demanda el Gobierno por lo que en realidad Boris Johnson está aprovechando la denominada prerrogativa regia en su beneficio.

El gobierno británico argumentó que la suspensión temporal del Parlamento es una decisión que corresponde al primer ministro y que se atiene a la legalidad.

Hay otras dos causas pendientes en los tribunales en Belfast y Londres. En Irlanda del Norte una corte determinará si la suspensión temporal del Parlamento pone en peligro los Acuerdos de Viernes Santo, que pusieron fin al derramamiento de sangre en el Ulster.

En virtud de estos acuerdos, entre las dos Irlandas no puede levantarse una frontera física. Después del Brexit, Irlanda seguirá en la Unión Europea pero no Irlanda del Norte, que forma parte del Reino Unido. En Irlanda del Norte ganó el no al Brexit con claridad. En Londres el Supremo considera la cuestión planteada por la activista Gina Miller a la que se ha sumado el ex primer ministro John Major.

Batalla parlamentaria

Justo ese mismo día, el martes se reanudan las sesiones parlamentarias hasta el día 9 de septiembre. Lo primero que quieren hacer los diputados contrarios a una suspensión de su actividad tan prolongada será trabajar también el fin de semana del 7 y 8 de septiembre.

Cada vez son más los diputados conservadores que se unen a un frente común para impedir un Brexit sin acuerdo. El diputado tory Oliver Letwin ha reconocido que ha mantenido contactos con el speaker (presidente del Parlamento), John Bercow,  con el fin de tantear qué se puede hacer para impedir una salida sin acuerdo. Bercow ya dijo que la suspensión temporal durante cinco semanas de la actividad parlamentaria impuesta por Boris Johnson le parecía "un ultraje constitucional".

Algunos disidentes con Johnson han presentado su dimisión. La renuncia más significativa ha sido la de Ruth Davidson, la exitosa líder de los conservadores en Escocia. Adujo razones políticas y personales. Davidson estaba logrando que los conservadores se recuperan en Escocia, donde la líder nacionalista Nicola Sturgeon acusó de golpe a la democracia al primer ministro británico.

En Escocia el no al Brexit ganó claramente en junio de 2016. De hecho, en el referéndum por la independencia venció el no gracias a la buena campaña proeuropea que libró el ex primer ministro laborista escocés Gordon Brown.

Los diputados tienen dos opciones: coordinarse para aprobar una resolución con carácter de ley para impedir una salida sin acuerdo, o para pedir otra prórroga a la Unión Europea; o bien plantear una moción de censura contra Boris Johnson. El líder laborista, Jeremy Corbyn, lo considera en última instancia. El riesgo sería que derivarían en elecciones anticipadas, y puede que una nueva votación ahora ratificara a Boris Johnson.

El legendario diputado conservador, europeísta confeso Kenneth Clarke, ha reconocido a Sky News que se plantea seriamente apoyar una moción de censura del líder laborista, Jeremy Corbyn. "Odiaría hacerlo, y solo lo haría con garantías de que no fuera una excusa para imponer un manifiesto laborista, pero me lo planteo", ha señalado Clarke.

Movilización popular

Las protestas en las calles empezaron el miércoles, pero la jornada más intensa será este sábado. Owen Jones, que escribe habitualmente en The Guardian y es un activo laborista, ha llamado a la población a rebelarse contra la medida impuesta por Boris Johnson.

Secunda esta demanda Momentum, organización con mayoría de seguidores jóvenes con gran capacidad de movilización. Han llamado a las calles este sábado en todo el país. Piden a sus seguidores que salgan a bloquear los puentes y las carreteras.

A su vez, más de millón y medio de personas han suscrito la petición promovida desde el Parlamento británico para que no se ejecute esta suspensión temporal de la actividad parlamentaria. Es un gesto simbólico pero con gran impacto.

Grandes medios anglosajones como el Financial Times y The Guardian se han unido a la indignación contra este cierre del Parlamento en la cuna del parlamentarismo. Consideran una "afrenta a la democracia" lo que ha hecho Boris Johnson y llaman a una moción de censura si no hay otra manera de parar esta deriva.

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