El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha asegurado este jueves que hay "buenas noticias" después de haber recibido el informe de las rondas de conversaciones con la oposición celebradas en Noruega. "Noruega, #GoodNews! Luego de meses de conversaciones secretas para retomar el camino del diálogo, avanzamos de forma muy positiva por los caminos de la paz", ha indicado el mandatario a través de su cuenta en la red social Twitter.

"Somos optimistas. Creemos en la paz, creemos en el diálogo, creemos en la armonía nacional. Ese es el camino. Un solo camino: la paz, el diálogo, en base a la Constitución", ha aseverado.

Los primeros contactos en la capital noruega se produjeron a mediados de mayo en un contexto de máxima discreción entre emisarios de confianza de Maduro y el autoproclamado "presidente encargado", Juan Guaidó. Entonces no hablaron directamente, sino a través de los mediadores noruegos, y el resultado fue mostrar su voluntad de seguir conversando.

El Gobierno de Venezuela y la oposición celebraron este miércoles una segunda cita en Noruega, una señal positiva, ya que se produce después de que Maduro haya adelantado un año las elecciones a la Asamblea Nacional, previstas inicialmente para 2020. El Parlamento es la única institución en manos opositoras. La delegación del Gobierno estaba liderada por el viceministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, el ministro de Asuntos Exteriores, Jorge Arreaza, y el gobernador del estado de Miranda, Héctor Rodríguez.

Seis años de diálogo

El Gobierno y la oposición venezolana han protagonizado numerosos diálogos en los seis años que han transcurrido desde la muerte de Hugo Chávez, durante los cuales las crisis política no ha hecho más que agravarse a medida que se gestaba y estallaba una crisis humanitaria sin precedentes en la nación caribeña. La primera mesa de conversaciones surgió en 2014, después de las multitudinarias protestas que sacudieron las calles de Caracas ese año dejando un saldo de 43 muertos, así como la detención y condena al líder opositor Leopoldo López por incitar a la violencia.

Maduro propuso entonces a la oposición iniciar un diálogo con la mediación de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y del Vaticano para acabar con la violencia y propiciar la reconciliación de la sociedad venezolana, empezando por sus líderes políticos. El presidente admitió entonces "errores" en su Gobierno pero se negó a emprender las reformas democráticas exigidas por la Mesa de Unidad Democrática (MUD) para abordar en igualdad de condiciones los procesos electorales de los años siguientes --las legislativas de 2015 y las presidenciales de 2019, como platos fuertes--.

Así las cosas, la Conferencia por la Paz se quedó en la fotografía inaugural y las conversaciones se suspendieron un año después de arrancar. El proceso supuso un golpe para la MUD a causa de las diferencias entre sus líderes en torno a su participación en el proceso.