Paloma del Río (Madrid, 1960) es la voz con la que todos los españoles nos recreamos durante los Juegos Olímpicos. La voz de nuestras emociones, de nuestros sueños, de nuestras risas, de nuestras lágrimas y también de los retos que el deporte nos deja siempre que arde la llama olímpica. La voz de muchas medallas ganadas y algunas perdidas. Paloma es la reina de la gimnasia, que se convierte en un deporte de masas durante esos días a golpe de paralelas, saltos, piruetas, movimientos imposibles, sudor robado al esfuerzo. Ella lo hace todo más fácil, cercano, comprensible, apasionado, vibrante. Nos acompaña desde los Juegos de Seúl, en 1988, lo que la convierte en la periodista española que más Juegos Olímpicos ha cubierto -13 en total, siete juegos de verano y seis de invierno-.

Como buena soñadora y amante de la vida, su libro favorito es Mary Poppins. Desde muy niña dormía con una radio debajo de la almohada y muy pocos saben que estudió para ser auxiliar de clínica y que llegó a trabajar en la Rúber de Madrid. Finalmente optó por periodismo. En su biografía Enredando en la memoria, escribe grandes frases como ésta: "Para mí no supuso ningún problema aceptar que me había enamorado de una mujer; en absoluto. No fue ningún conflicto porque lo primero que hice fue ser sincera conmigo misma y dejar de ocultarme".

Pregunta.- Eres de las pocas mujeres del mundo televisivo que ha hablado siempre con mucha naturalidad de su homosexualidad. Esa es, precisamente, mi primera cuestión: ¿Qué ha representado para ti tu homosexualidad?

Respuesta.- Pues vivo mi homosexualidad de una forma muy normal, Euprepio. Tras años de dudas y de comeduras de coco, llegó el momento de aceptación de mí misma. Creo que en la vida lo mejor es siempre la autenticidad, el ser honesto con uno mismo, hasta lograr la felicidad. La clave es amar, querer, sentir… como yo lo hago. Sin barreras, sin cortapisas y, sobre todo, sin estúpidos armarios. He conocido a muchas mujeres, a muchas personas, que dejan pasar la vida sin disfrutarla. Pensando siempre en lo que no puedes hacer, más que en paladear el día a día. Pertenezco a una generación que no lo ha tenido nada fácil. Ser gay en España hace unos años no era nada fácil, todo lo contrario, y mucho menos ser lesbiana. Sin embargo, y a pesar de las dificultades, la única forma que conozco para ser feliz es rodearse de buena gente, que te acepte por lo que eres. No hay que tratar de ocultarse detrás de máscaras absurdas o inútiles disfraces.

P.- ¿Ser gay ha sido un freno, un obstáculo en tu carrera o, más bien al contrario, una ventaja?

R.- Una vez que lo he asumido, te diría que ha sido más bien una ventaja. Todos me han comprendido y me han respetado. No he tenido ningún problema por ser lesbiana. En realidad, no he hablado mucho de este asunto y menos públicamente. He preferido vivir mi vida por lo que soy, más que hacer un excesivo marketing de mi condición sexual. No lo he necesitado para nada.

P.- ¿Por qué el mundo de la homosexualidad femenina sigue siendo un tabú para muchas mujeres?

Las lesbianas tienen muy pocos referentes entre gente conocida que haya salido del armario

R.- No sólo es que seamos menos las mujeres lesbianas que hemos salido del armario, es que todo tiene muchos más frenos, es mucho más difícil. Parece que la homosexualidad está mucho más ligada a conceptos masculinos, cuando la realidad es que muchas lesbianas son muy femeninas. De la misma forma que hay hombres homosexuales muy masculinos, osos, aunque también los haya más afeminados. La realidad es que, a diferencia de los homosexuales, las lesbianas tienen muy pocos referentes entre gente conocida que haya salido del armario. En muchos sectores de la sociedad ha habido innumerables casos de gays que lo han hecho y, gracias a ellos, se ha normalizado la situación para muchos otros. Desafortunadamente no ha ocurrido lo mismo en el caso de las mujeres. Hay pocas actrices, cantantes, directivas, empresarias que hayan dado el paso. Creo que ese es el verdadero problema, la falta de referentes.

P.- En el mundo del deporte, que tú conoces muy bien, ¿hay muchos tabúes para salir del armario? Casi no se conocen deportistas gays o lesbianas.

R.- Creo que hoy día la homosexualidad no es un problema en casi ningún sector. Ni en la política, ni en la judicatura ni en la empresa... creo que en ningún campo. En todos los sectores se sale (del armario) sin ningún problema. No obstante, el mundo del deporte es un poco más específico para esto, sobre todo el mundo del fútbol, como sabes. Me encantaría que muchos deportistas homosexuales dieran el paso. Ayudaría mucho. Sin embargo, en el deporte, todavía se tiene mucho miedo a ser estigmatizado por la condición sexual. En el caso de las mujeres, ha habido deportistas extraordinarias que dieron el paso como Martina Navrátilová y Amélie Mauresmo, que fueron clave para dar cierta normalidad al colectivo gay femenino. Pero sigue habiendo muy pocos casos. Me parece se trata de una asignatura pendiente. Deseo que pronto otros deportistas den el paso.

P.- ¿Qué metas quedan por alcanzar, qué caminos por recorrer, qué logros por los que luchar?

En el deporte, todavía se tiene mucho miedo a ser estigmatizado por la condición sexual

R.- Lo importante es que triunfen los conceptos de tolerancia, igualdad, diversidad... y salvar, sobre todo, la inmensa brecha que con respecto a este asunto sigue habiendo entre el mundo rural y el urbano. Ser gay en una gran ciudad no es lo mismo que en un pueblo. Me parece que se equivocan los que dicen que ya hemos alcanzado la normalidad, que no hay que seguir luchando. Yo creo que sí hay que seguir luchando para que el colectivo LGTBI alcance más éxitos en el camino de la igualdad. En esta lucha, los personajes públicos son clave para ser referentes de la sociedad que cambia.

P.- Paloma, este jueves en el Congreso se ha tomado la decisión de cambiar el Consejo de TVE. ¿Qué crees que pasará?

R.- Lo único que deseo es que TVE sea de nuevo la gran televisión que siempre ha sido. Que no vuelva a tener problemas económicos y que, por encima de todo, sea la televisión de todos los españoles. Que sea plural, que esté bien dirigida, que sea mi orgullo y el orgullo de todos. Que el deporte vuelva a ser uno de los ejes centrales de la televisión pública. Todo esto es lo que quiero para TVE.

P.- ¿Cómo valoras tu carrera? ¿Qué sueños o que retos tienes aún pendientes?

R.- En TVE, yo calificaría mi experiencia de fantástica. Para mí, los Juegos Olímpicos son lo más emocionante del mundo, y deseo seguir comentando las hazañas de las deportistas españolas y celebrando sus medallas olímpicas. En este momento TVE ya no tiene los derechos para retrasmitir los JJOO y la verdad, me daría mucha pena seguir los juegos desde el sofá de mi casa. Creo, sin lugar a dudas, que he realizado mi sueño. Pero bueno, quizás si Eurosport  ‘me tira los tejos’… (risas). En general, en cuanto a mis sueños en la vida, amo el deporte y el vivir bien. Y aspiro a ser un referente para la comunidad homosexual y, sobre todo, ser feliz.