Italia, mi querida Italia, ha protagonizado durante esta última semana, para mi tristeza, una de las páginas más lamentables y vergonzosas de su reciente historia democrática. Un episodio parlamentario que le hará retroceder en su posición de vanguardia en la lucha a favor de las conquistas sociales. El parlamento italiano rechazaba, lo hacía el pasado miércoles, la ley contra la homofobia. Así de simple, pero así de brutal. Somos millones de personas los que tardaremos en olvidar una horrible tarde de finales de octubre de este moribundo 2021.

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