Omar Montes tomó el testigo de Alejandro Sanz y fue el primer invitado semanal de El Hormiguero. Además de adelantar detalles de su próxima gira, en la que habrá un Ferrari de Alemania partido en dos sobre el escenario; el de Pan Bendito repasó, junto a Pablo Motos, alguna de sus polémicas más recientes.

Como era de esperar, recordó su participación en el Mundial de Fútbol de Qatar 2022, un evento al que rechazaron ir otras personas de la industria musical, como Dua Lipa o Shakira, por las vulneraciones de los derechos humanos que se dan en el estado.

"¡Viva España! ¡Y viva el amor libre! ¡Vivan las mujeres! ¡Que cada uno se vaya con quién le dé la gana!"con este mensaje cerró una actuación que, como era de esperar, trajo consecuencias, pues en el país los derechos de las mujeres y las personas LGBT no tienen el mismo reconocimiento que en occidente.

En su momento, el madrileño contó cómo tanto él como su equipo precisaron la ayuda de un joven del hotel en el que se alojaban para conseguir alimentos, chilavas... etcétera. Y fue este, llamado Nael, quien avisó al cantante para que no volviese al alojamiento después de su concierto, pues unos hombres "de apariencia extraña" habían acudido en su búsqueda.

"Como eran amigos suyos, tuvo que decirles en qué habitación estábamos. Me dijo que me informaba de eso porque le había caído muy bien, que éramos buenas personas. Nos pidió que hiciésemos tiempo, que no fuésemos al hotel todavía. Nos fuimos a comprar algo y a las pocas horas nos volvió a llamar y nos dijo que podíamos ir ya, que no había ningún problema", narró Omar Montes hace unos meses.

"Aproveché para despedirme de mi madre"

Sin embargo, según detalló desde El Hormiguero, la historia dio para más. "Al final me pillaron. Salí corriendo y me escondí en una lavandería, estuve debajo de un mantel con una tapa de plástico como dos horas, con el móvil... aproveché hasta para despedirme de mi madre, por si acaso", apuntó, haciendo ver que, pese al sentido del humor con el que lo contaba, fueron unas horas en las que pasó miedo.

"Solo salí de ahí cuando me avisaron de que había que ir al avión". Tras el tenso momento, regresó a España son problema junto a su equipo. Pese al mal rato, mantuvo que no se arrepiente. "Metí la pata, lo reconozco, pero tenía que reivindicar las cosas nuestras, el amor libre, los gitanos... y que cada uno puede estar con quien quiera", concluyó.