La noche del 12 noviembre de 1983, Santiago Corella, más conocido como El Nani, fue detenido en Madrid por el atraco a la joyería Paybar y por el asesinato de su dueño. Aquel sábado fue conducido a dependencias policiales y esa fue la última vez que se le vio.

La investigación de su desaparición sigue aún sin resolver pese al esfuerzo de los abogados de la familia, como Jaime Sanz de Bremond, y de periodistas como Javier Valenzuela. El caso puso de manifiesto la existencia de una trama de corrupción en el seno de la policía española.

Cinco años más tarde, se sentó en el banquillo, por primera vez en la historia de una —jovencísima— democracia española, a parte de la élite policial. Los policías implicados en el caso fueron condenados a 30 años de prisión por detención ilegal y desaparición forzada.

Este fue el primero de una serie de juicios contra la llamada mafia policial acusada de organizar atracos y asesinatos en la década de 1980. Sin embargo, el caso de El Nani sigue sin resolverse y su cuerpo nunca fue encontrado. El caso fue pionero en tres aspectos: el Nani fue el primer desaparecido de la democracia, su juicio fue el primero grabado íntegramente y sentó un tercer precedente al culminar con la primera vez que se condenó a funcionarios por la desaparición de un detenido.

En 1988, el cineasta Roberto Bodegas contó la historia de Santiago Corrella en la película Matar al Nani

La historia fue contada por Roberto Bodegas en la película Matar al Nani, que vio la luz en 1988. El actor francés Frédéric Deban interpretó al protagonista en una cinta que se lanzó el año de la resolución del juicio, pero tres años después de que se iniciase el caso, y pasó sin pena ni gloria por la taquilla pese a su alto presupuesto, de 150 millones de pesetas.

El gasto fue tan elevado debido, entre otros motivos, a los derechos de imagen de Santiago Corella. Treinta y cinco años después, la plataforma gratuita RTVE Play de la cadena pública vuelve a rescatar esta historia. Y lo hace en el documental Pacto de silencio.

"Empezamos a investigar el juicio, grabado íntegramente, y vimos que tenía mucho potencial dentro. Tras llamar a uno de los abogados de la acusación, vimos que había una historia que contar. El resto ha sido azar: todos los abogados han querido participar y un montón de gente se ha ido sumando a esta historia" cuenta a El Independiente César Vallejo, director del documental junto a Ángela Gallardo.

El creador audiovisual explica que, al preparar el documental, descubrió que el Madrid de los ochenta no era como nos lo contaron y defiende desromantizar la cultura quinqui que se solapó con la Transición española. "Fue una época bastante convulsa y con mucha inseguridad en las calles. Los primeros años de la democracia venían heredados del franquismo y las instituciones no se habían limpiado", expone.

Para Vallejo, la clave de la que considera "una etapa muy oscura" de la Historia fue la impunidad: "El Gobierno hizo lo que buenamente pudo, pero parte de las cosas que pasaron fue por la impunidad tan gigantesca que había en todas las instituciones, como en la policía o entre los jueces, era complicado", reflexiona sobre un documental con muchas referencias al ministro de Interior con del PSOE desde 1982 a 1988, José Barrionuevo.

El caso de El Nani fue la punta del iceberg de muchos que vinieron a continuación en una trama de corrupción policial "bastante grande". Respecto a su influencia, Vallejo recuerda cómo el suceso "cambió el sistema de garantías": "Por la desgracia de Santiago Corella, hoy no torturan a la ciudadanía y se tiene derecho a un abogado, lo que supuso un gran cambio para la democracia en España".

El Madrid de los ochenta no es como nos lo contaron. Había mucha inseguridad y las instituciones no se habían limpiado de su herencia franquista".

César vallejo

De esta manera, el documental aspira a sacar del baúl la historia de El Nani, que en realidad es la de otras muchas personas, para que se investiguen y se resuelvan, aunque muchos de los protagonistas de estas tramas ni siquiera viven ya. De hecho, la hermana menor de El Nani falleció recientemente, sin saber lo que pasó con el cuerpo de su hermano, aunque Santiago Corella fue declarado oficialmente muerto en 1996 bajo la premisa de que en el proceso judicial se vieron documentos en los que se mostraba cómo alguien escribió las siglas RIP junto al nombre de Santiago Corella en el libro de detenidos de la policía del 13 de noviembre de 1983, aunque después fue tachado.

"Aunque este caso fue muy mediático, se olvidó rápidamente. Hay una posibilidad de poder descubrirlo. ¿Cómo es posible que una democracia como la nuestra tenga desaparecidos? Eso nos equipara a Argentina o Chile", se cuestiona Vallejo, quien defiende que "todavía hay posibilidades de resolver esto y de hacer un esfuerzo para que las nuevas generaciones no lo olviden".

En esa línea, agrega que "es interesante que la gente joven se ponga a revisar los ochenta, porque lo van a hacer sin juzgar. La memoria democrática es importante por la oportunidad de revisión que supone con cierta objetividad, poniendo las cosas equilibradamente en su sitio".

El preestreno del documental, que se divide en dos capítulos de 70 minutos, se celebró el jueves en el Estudio del Círculo de Bellas Artes de Madrid, donde estuvieron presentes muchos de los protagonistas del documental, así como Ana Blanco y el director de RTVE Play, Alberto Fernández.

David contra Goliat

En el coloquio posterior al visionado del evento, la periodista Ángela Gallardo destacó la valentía de los protagonistas de la historia y de los periodistas al ir en contra de la policía en una época en la que esto no era nada sencillo. "Fueron capaces de seguir en esta lucha de David contra Goliat y consiguieron que les escuchara un abogado con coraje y sin miedo a exponerse", dijo.

Esta ha sido la tercera parada de Pacto de silencio, que ya se presentó en el Festival de Málaga y en la Seminci. Producido por Diego Díaz Cano, el equipo técnico del documental está formado por Pablo Piera Ansuategui (realización), Nico Casal (música) Alberto J. Fernández (diseño), César Vallejo (montaje) y Ángela Gallardo (montaje).

En el documental participan los seis abogados que estuvieron en el juicio, tanto de la acusación (Jaime Sanz de Bremond, abogado de la acusación popular, y José Antonio Sanz Grasa, abogado de la acusación particular), como de la defensa (José Emilio Rodríguez Menéndez, Manuel Tuero, Manuel Salgado, Fernando Carpena) y uno de los jueces del tribunal (José Luis Durán Berrocal). Además, participan el juez instructor Andrés Martínez Arrieta y Rafael Vera, exsecretario para la seguridad entre 1982 y 1984 y entre 1986​ y 1994.