Sociedad

La Guardia Civil desmantela una red de venta de un medicamento ilegal para la disfunción eréctil

Miembros de la Guardia Civil.

Miembros de la Guardia Civil. GUARDIA CIVIL

La Guardia Civil de Gijón ha detenido a dos personas e investiga a otras seis por un delito contra la salud pública por vender un medicamento ilegal como falso complemento alimenticio y ha retirado 3.700 pastillas que se hallaban en herbolarios, sex shop, parafarmacias, centros dietéticos y tiendas de alimentación.

La investigación comenzó a finales del pasado mes de junio, cuando el Seprona comprobó que un establecimiento de Gijón estaba vendiendo como un producto natural un complemento alimenticio vegetal para la disfunción eréctil denominado Rhodicomp.

Los agentes constataron la similitud de este producto con otro que ya habían detectado el año pasado denominado Vicanplus, que contenía sustancias prohibidas en este tipo de suplementos y enviaron varias muestras a la Agencia Española de Medicamentos.

El análisis de las muestras confirmó que el producto comercializado como Rhodicomp contenía gran cantidad de sildenafilo y tadalafilo, unos componentes prohibidos en este tipo de productos naturales.

Al ocultar estos componentes en la etiqueta se ponía en grave riesgo la salud de los consumidores, ante las contraindicaciones que tiene, entre otros, para pacientes con afecciones de corazón, tensión sanguínea, insuficiencia hepática, problemas de retina, además de numerosas interacciones con otros medicamentos.

Tras llevar a cabo un total de 17 inspecciones en diversos establecimientos y almacenes los agentes se incautaron de 935 cajas de Rhodicomp (3.740 pastillas), cuyo valor en el mercado sería superior a los 25.000 euros.

A raíz de este hallazgo, la Agencia Española del Medicamento ha publicado la alerta sanitaria 4/21, por la que se decretó al Rhodicomp cápsulas como medicamento ilegal, comercializado como complemento alimenticio pese a no haber sido notificada su puesta en el mercado a las autoridades competentes, incumpliendo la normativa.

En esta alerta sanitaria ya se señalaba la peligrosidad de sus componentes, que no se especificaban en la etiqueta, y se decretaba la prohibición de su comercialización y retirada del mercado. 

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