Los misiles hutíes habrían impactado, por segunda vez en menos de una semana, contra las instalaciones de la petrolera estatal saudita Aramco, uno de los patrocinadores principales del Gran Premio de Arabia Saudí que se disputa desde hoy en Jeddah, a escasos 11 kilómetros del objetivo yemení.

La segunda sesión de entrenamientos libres ha seguido adelante tras un pequeño retraso, forzado por una pausa en la que los equipos y los representantes de los pilotos han recibido información actualizada de las autoridades locales.

El ataque se ha registrado mientras los pilotos corrían en la primera sesión de entrenamientos libres, celebrada entre las 15 y las 16 horas españolas. A falta de diez minutos para el final, el actual campeón del mundo Max Verstappen ha llamado la atención de su equipo por la radio: "Huelo como si se estuviera quemando algo y no sé si es mi coche u otro". En ese momento, se acababa de apreciar el primer rastro de una columna de humo en la realización televisiva. Cinco minutos después y desde la cámara de Carlos Sainz, el humo se presentaba de manera evidente en la parte superior de la pantalla de los telespectadores.

El pasado domingo se produjo una agresión similar contra una planta petrolífera de Aramco, sin embargo, desde la organización se aseguró a través de un comunicado que "este incidente no tiene nada que ver con el fin de semana de la carrera". "Estamos en contacto constante con las autoridades pertinentes y se han tomado todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de todos los visitantes, así como del personal y los medios de comunicación participantes", explicaron los organizadores de la carrera. Una joven española que se encuentra trabajando en el evento aseguró ayer mismo en conversación con El Independiente que no se apreciaba nada raro: "Hay un ambiente normal. No se nota nada raro, esto es como una burbuja". La única recomendación recibida fue a cargo del responsable directo de su empresa en la cita, que les pidió "cuidado al salir del hotel", en referencia a lo ocurrido un día antes de su llegada al país saudí.

Cinco días después, el lanzamiento de misiles se ha producido con el 'Gran Circo' en el circuito. Justo después del turno de los Fórmula 1, han saltado a pista los Fórmula 2. En la introducción a la sesión de clasificación, la realización ha emitido imágenes correspondientes a otro día en las que era completamente de noche. Segundos más tarde, cuando los monoplaza rodaban junto a las cámaras de pista, la señal cerraba los planos en las zonas donde podría apreciarse la columna de humo mencionada. En cambio, las tomas que mostraban la otra parte del circuito con salida al mar, sí que alejaban el foco. En este momento, los vuelos destino Jeddah están dando vueltas o desviando su destino. Mientras la incertidumbre ronda en torno a los aficionados, el Gran Premio sigue adelante, ya que la segunda sesión de entrenamientos libres ha comenzado con un leve retraso después de producirse una reunión con los pilotos y los jefes de equipo para, según parece, confirmar que pueden competir con total seguridad.

Oriente Medio ya sufrió la cancelación de un Gran Premio hace 11 años en el circuito de Sakir, cuando la Monarquía de Baréin suspendió el evento "para centrarse en el proceso de diálogo nacional". Carlos Gracia, por entonces vicepresidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), dejó claro que no iban a enviar "ni a los pilotos ni a los equipos a una situación peligrosa para ellos", circunstancia que podría darse durante este fin de semana.