Sainz y Alonso sufren en un Gran Premio de España descafeinado

Las emociones del Gran Premio de España se agotaron el sábado. Después de una clasificación donde Carlos Sainz fue segundo y Fernando Alonso aspiraba a la remontada, la carrera del domingo -siempre bajo amenaza de lluvia- se presentaba como una de las citas en las que algo distinto podía suceder. Nada de eso se cumplió, el agua nunca llegó y el ritmo de los Mercedes y de Red Bull condenó a Sainz y a Alonso al quinto y al séptimo puesto.

La salida permitió que los más de 100.000 presentes en el circuito de Montmeló vibrasen con los ídolos locales. Sainz se puso en paralelo con Verstappen estuvo a punto de liderar; sin embargo, el que fuera su compañero en Toro Rosso sacó los codos e hizo entender a Carlos que no iba a ser posible. Este fue el único instante de cierta tensión de Verstappen, que redondeó su victoria con la vuelta rápida.

Alonso, que partía octavo, sacó sus habilidades en los metros iniciales y escaló hasta la sexta plaza pero en ningún momento se mostró como un candidato a las posiciones de podio. El otro Aston Martin, Lance Stroll, sí que pudo poner en aprietos a Hamilton y se colocó tercero en las vueltas iniciales, aunque tampoco pudo aguantar el tirón de los Mercedes y finalizó sexto, justo por delante del asturiano.

Pérez y Russell cuajaron las remontadas del día. El mexicano y el británico mostraron su peor cara el sábado, donde solo pudieron clasificar en undécimo y duodécimo lugar, pero dieron su mejor cara el día definitivo. El subidón más destacado fue el de Russell, que se hizo con su primer podio de la temporada en una jornada donde todo le salió a la escudería alemana. Por su parte, Pérez le siguió hasta el cuarto lugar, lo que unido a la victoria de Verstappen disipa más sus posibilidades de combatir el mundial de pilotos.

El holnadés continúa imparable, con su quinta victoria de la temporada en siete carreras, tercera consecutiva tras las de Miami y Mónaco.

La mejoría de Mercedes y la superioridad de Red Bull son dos de los titulares de un fin de semana en el que Aston Martin nunca se encontró y en el que Sainz salvó el orgullo de Ferrari, ya que Charles Leclerc clasificó décimonoveno y no fue capaz de alcanzar los puntos.

Con Red Bull en otro planeta, la competencia por ser el mejor del resto se aprieta: Mercedes enseña los dientes y Ferrari y Aston Martin sufren en un circuito muy completo que suele mostrar cuál será el rendimiento real del monoplaza en el resto de carreras.

Verstappen consolida su liderato con 170 puntos, 53 por detrás de Pérez, que con 117 aventaja a Alonso en 18. Hamilton estrecha el cerco con el asturiano y con su segundo puesto se queda a 12 puntos del tercer puesto en el mundial. El quinto de Sainz en Montmeló le vale para mantenerse sexto en el global del año, un poco más lejos de Russell, cuarto a siete puntos, y con una ventaja de 16 puntos respecto a Leclerc.

El doble podio de Mercedes le lleva hasta el segundo en constructores con un pequeño colchón de 18 puntos sobre Aston Martin. En la cima y a kilómetros del resto se encuentra Red Bull, con 287 puntos, cerca de doblar las 152 unidades de "su perseguidor", Mercedes.