Las decisiones que se han tomado en Radiotelevisión Española en las semanas previas a la campaña electoral han aumentado las sospechas entre los partidos de la oposición con respecto a la falta de independencia de la corporación.

El reciente nombramiento de Enric Hernández como jefe de Información y Actualidad, la anticipación con la que el equipo de Rosa María Mateo comenzó a preparar los comicios –semanas antes de su convocatoria- y el malestar de Ciudadanos con la propuesta de debates ‘cara a cara’ que trasladó RTVE a los partidos, que no incluía un encuentro entre Albert Rivera y Pedro Sánchez, han puesto a la televisión pública entre la espada y la pared, hasta el punto de que en oposición existen recelos con que del debate a 5 se celebre en los estudios de Prado del Rey.

Hay que tener en cuenta que el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, afirmó hace unos días que durante la campaña electoral apuesta por la celebración de un ‘debate a 5’, lo que confirmaría la intención de Pedro Sánchez de enfrentar sus ideas a las del resto de los candidatos en un coloquio, pero pone en duda si RTVE será la organizadora. Entre otras cosas, porque Atresmedia y Mediaset también han expresado su disposición a realizarlo en sus dependencias; y porque la propia Academia de Televisión se ha ofrecido a acogerlo, al igual que ha hecho en anteriores citas electorales.

Fuentes de la cúpula de Podemos afirman que su intención es la de aceptar todas las propuestas de debate que les lleguen, aunque reconocen sus discrepancias con respecto a las decisiones que ha tomado Rosa María Mateo durante los últimos tiempos. De hecho, el propio Pablo Iglesias, tras conocer la designación de Enric Hernández como jefe de Información, definió los últimos cambios acontecidos en la cúpula de la corporación como el síntoma de “la concepción patrimonial” que el PSOE tiene de la televisión pública.

Desde el Partido Popular y Ciudadanos han denunciado durante los últimos meses en reiteradas ocasiones las maniobras de Mateo y de Moncloa para controlar la línea editorial de los telediarios de la televisión pública. Sin ir más lejos, la hasta ahora diputada del Grupo Popular Macarena Montesinos presentó a principios de septiembre una pregunta escrita en el Congreso en la que criticaba que “un medio público estatal como es RTVE, pueda estar sometido al servicio exclusivo del Gobierno y sin el control de un Consejo de Administración y del Parlamento”.

Los partidos no han tomado ninguna decisión con respecto a quién organizará el coloquio principal de la próxima campaña

El portavoz de la formación naranja en la Comisión Mixta Interparlamentaria de RTVE, Guillermo Díaz, definió a Mateo la pasada semana como “comisaria del PSOE” tras trascender que RTVE se había ofrecido a organizar dos cara a cara entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias; y entre Pedro Sánchez y Pablo Casado, pero ninguno que midiera a Rivera con el presidente del Gobierno.

El líder de Cs afirmó horas después, en un programa de radio, que su partido llamó a RTVE para pedir explicaciones sobre esta decisión y –según sus palabras- que le remitieron directamente a Moncloa, para sorpresa de su interlocutor.

De momento, los partidos no han tomado ninguna decisión definitiva con respecto a quién organizará el coloquio principal de la próxima campaña. Según publicó recientemente El Confidencial, incluso está sobre la mesa la posibilidad de que la cita sea dirigida a tres bandas por RTVE, Atresmedia y Mediaset. En cualquier caso, desde la oposición reconocen su malestar con la corporación por su cercanía –en su opinión- a los intereses de Ferraz desde que Mateo fue nombrada administradora única provisional.

Polémica interna

El clima dentro de la corporación tampoco es especialmente distendido. La semana actual comenzaba con la certificación de algo que era un secreto a voces en RTVE: que una gran parte de sus trabajadores están hastiados con la situación de la corporación y que Mateo cuenta con fuertes resistencias internas. Esta realidad se pudo apreciar en el referéndum que se convocó recientemente en la casa para posicionarse sobre el nombramiento de Enric Hernández como jefe de Información y Actualidad, en el que tan sólo 95 trabajadores (14,7% del voto y 3% del censo) respaldaron al nuevo directivo.

En Torrespaña, la decisión de designar a un nuevo responsable de la información pocas semanas antes de las elecciones generales y de hacerlo, además, en un momento en el que sus directivos se encuentran en situación de interinidad, ocasionó un considerable malestar. De hecho, este último argumento lo utilizaron los Consejos de Informativos –con una importante influencia en la redacción- en el comunicado que emitieron el lunes, en el que se reflejaba que la figura de Hernández había sido rechazada por el 65% de los trabajadores que participaron en la citada votación.

Unos días antes, CCOO calificaba esta decisión como un “espejo de la debacle” de RTVE. E Iglesias ya dejó claro que formaba parte de los intentos del PSOE de poner a su servicio este medio de comunicación.