Juan Luis Cebrián ha reconocido en varias de sus intervenciones públicas que la caída de Lehman Brothers y la llegada de la recesión mundial le cogieron a Prisa en un mal momento, ya que había invertido casi 2.000 millones de euros en la adquisición de la mitad de Sogecable que no estaba en su poder y pretendía deshacerse de la compañía, de acuerdo con un plan que había trazado HSBC. El problema es que esa operación nunca se realizó, lo que dejó a la editora de El País con una deuda de más de 3.000 millones de euros, que llegó a ascender hasta casi 5.000. Más de una década después, los problemas financieros están todavía presentes y condicionan el futuro del grupo, según reconocen entre sus accionistas.

El último movimiento que ha realizado a este respecto ha sido la venta de su negocio en Portugal, Media Capital, por 255 millones de euros. Es decir, por 185 millones menos de lo que pactó con la multinacional francesa Altice hace dos años. Esta última operación no se consumó dado que el regulador luso la vetó, ante los riesgos que implicaba para la competencia en el mercado audiovisual. Eso obligó a Prisa a volver a calcular el plan, que finalmente ha desembocado en la transferencia de los activos al grupo Cofina.

Del total de la transacción, la compañía española ingresará 170,6 millones de euros que se destinarán a pagar deuda, tal y como reconocen fuentes internas.

Esto aliviará sus urgencias financieras, pero no solucionará su situación patrimonial. En primer lugar, porque, según detalló el grupo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), esta transacción supondrá una pérdida contable estimada en las cuentas consolidadas del grupo de 76,4 millones de euros.

Varias desinversiones

El negocio de Media Capital suponía alrededor del 15% de los ingresos y del resultado operativo EBITDA del grupo. Es decir, su venta empequeñecerá aún más el tamaño de un grupo que durante los últimos años se ha deshecho de activos como Digital Plus, su millonaria participación en Mediaset o Ediciones Generales (con sellos como Alfaguara). Incluso llegó a poner a la venta Santillana, es decir, la editorial sobre la que Jesús de Polanco hizo crecer la compañía.

Lu venta empequeñecerá aún más el tamaño de un grupo que durante los últimos años se ha deshecho de activos como Digital Plus, su millonaria participación en Mediaset o Ediciones Generales

Su deuda financiera era a finales de junio de 1.180 millones de euros, lo que le situaba lejos de su pico histórico, pero la cual le mantiene en una complicada situación financiera, con unos ingresos que el pasado año fueron de 1.280 millones de euros y un EBITDA de 253 millones. Las cuentas semestrales de Prisa reflejan un incremento de los adeudos durante los últimos 12 meses como consecuencia del pago de 36 millones de euros a la firma de inversión 3i; y del gasto de 113 millones de euros en la re-compra del 25% de Santillana que estaba en manos del fondo Victoria Capital.

La venta del negocio en Portugal –y la previsible de la participación en la editora del periódico francés Le Monde- no solucionará el gran escollo que tiene Prisa con sus acreedores, como es el pago de 275 millones de euros que debe realizar antes del 1 de abril de 2020. Esa fecha, se ha establecido lo que en el folleto de su última ampliación de capital se ha denominado ‘Milestone 2020’.

En caso de que no se cumpla esa obligación, la empresa no alcanzará una situación límite con los acreedores –que acordaron la última refinanciación a finales de 2017-, pero se enfrentará a un encarecimiento de su deuda.

Esta situación financiera condiciona el futuro del negocio y los planes de sus accionistas, entre los que se encuentra, con el 29,7% de las acciones, el fondo de inversión Amber Capital

“La no amortización de este importe no tiene la consideración de un incumplimiento de los términos y condiciones de la deuda refinanciada. Por tanto, a partir del 1 de abril de 2020, en caso de que no se cumpla el Milestone 2020 se aplicaría un margen adicional del 1,5% (0,5% pagadero en efectivo y 1% capitalizable) a la deuda existente, únicamente hasta el momento en que se cumpla dicho hito”, tal y como se explica en los registros de la CNMV. Hace unos meses, El Confidencial publicaba que entre las posibilidades que baraja actualmente el grupo se encuentra la de negociar una nueva refinanciación con los deudores.

Esta situación financiera condiciona el futuro del negocio y los planes de sus accionistas, entre los que se encuentra, con el 29,7% de las acciones, el fondo de inversión Amber Capital, cuya pretensión última es sacar rendimiento de la millonaria inversión que ha realizado en el grupo.

A este respecto, hay que decir que el comportamiento de la acción en el mercado no ha sido positivo durante los últimos meses. De hecho, desde la primera sesión del año en bolsa, cada título se ha depreciado en 0,54 euros, o, lo que es lo mismo, el 30%.