Sabían lo que manejaban entre manos. Desde el minuto uno en Mediaset tenían claro que iba a ser el bombazo de la temporada. No se equivocaron. Vivir sin permiso se confirma como la serie nacional más vista de la temporada y con mejor rendimiento comercial de la televisión. Sus 2.703.000 espectadores y un 18,9% de cuota de pantalla obtenidos a lo largo de sus cinco primeros episodios,  han conseguido que Telecinco lidere la ficción de la temporada.

La serie cuenta con los mejores ingredientes para cautivar a la audiencia y dejarla pegada frente al sofá sin respiración. De ritmo trepidante y con un José Coronado que se encuentra en su mejor etapa profesional, Vivir sin permiso se supera cada semana.

En la línea de No habrá paz para los malvados, Coronado se mete en la piel de Nemo Bandeira, un capo acostumbrado a controlarlo todo, una especie de Vito Corleone a la gallega que, como el italiano, lleva años gestionando vida de todos los que tiene alrededor.

Coronado se mete en la piel de Nemo Bandeira, un capo acostumbrado a controlarlo todo, una especie de Corleone a la gallega

De un día para otro, Bandeira, el hombre enriquecido gracias al contrabando de la droga, se entera que padece alzhéimer. En ese mismo instante se enfrenta a un doble reto: dejar la empresa familiar al cargo de uno de sus hijos y gestionar su proceso de deterioro. El arranque de la serie creada por Aitor Gabilondo, a partir de una idea original de Manuel Rivas, ya auguraba unos resultados de podio.

Seleccionada por la consultora The Wit como una de las más interesantes para el mercado internacional, en el marco de la sesión Fresh TV de ficción celebrada en Mipcom 2018, la serie ha liderado de forma absoluta su franja la noche de los lunes en todas sus emisiones y ha incrementado su cuota en target comercial hasta el 20%, convirtiéndose en uno de los escaparates más atractivos de los anunciantes en esta temporada.

Vivir sin permiso ha seducido a la audiencia de todas las edades. Se sitúa como el producto preferido entre los espectadores jóvenes (13-24 años) con un 22,4% y en el público de 24-35 años con un 21,8%. Por mercados regionales, marca registros superiores al 20% en Madrid (21,5%), Castilla-La Mancha (23,3%), Asturias (25,2%), Andalucía (21,8%) y, cómo no, en Galicia (22,2%).

La serie ha aguantado estoicamente el envite de la competencia que, desde que se desveló su estreno, intentó torpedear la emisión

La serie de Coronado ha aguantado estoicamente el envite de la competencia que, desde que se desveló su estreno, intentó torpedear la emisión colocándole tres productos de género diferente. Primero apostó por la doble emisión de la película Palmeras en la nieve (16,2% y 2.178.000), después le colocó  una gala del talent musical Tu cara me suena (20,1% y 2.165.000) y, más tarde, dos entregas de Intercambio consentido, un programa con el que la cadena de San Sebastián de los Reyes pretende bucear en el universo de los realities, algo que no se le ha dado muy bien hasta ahora. Recordemos algunos intentos como El Bus, Confianza Ciega, Estudio de actores o La isla de los famosos/La selva de los famosos/Aventura en África cuyo formato arrasa en Telecinco. Veremos a ver qué pasa con La voz que esta temporada ha saltado de Telecinco, cadena en la que había cosechado gran éxito, a Antena 3.

Una serie bien armada

Nemo Bandeira es infalible. No sólo él. La compañía también tiene algo que decir. Ferro, su fiel escudero interpretado por Luis Zahera, surge como un tipo siniestro, chulesco, fanfarrón y camorrista con retranca gallega que aporta el sentido de humor a la serie. Ferro es fruto de la mente de Manuel Rivas que domina como nadie la idiosincrasia del pueblo gallego.

Luis Zahera interpreta a un tipo siniestro, chulesco y fanfarrón que aporta el sentido de humor a la serie

Otro que se sale es Carlos (Alex Monner) el hijo gay y cocainómano del capo. La vida tiene esas paradojas, te enriqueces con la nieve y tu hijo se engancha. Su hermana Nina tampoco se queda atrás en la batalla por la envenenada herencia familiar. Por no hablar del ambicioso personaje interpretado por Álex González, probablemente el más flojo entre un equipo de animales interpretativos.

El triunfo de Fariña podría haber empachado a la audiencia, la sobredosis nunca es buena, pero al contrario que aquella en la que el cielo lucía plomizo y gris, Vivir sin permiso surge de la luz y del sol, que de eso también pueden presumir en la tierra de las meigas.