El riesgo que plantea globalmente la nueva variante ómicron del coronavirus es "muy alto", advirtió hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un informe técnico sobre esta nueva cepa del SARS-CoV-2.

Teniendo en cuenta las elevadas mutaciones de ómicron, con potencial de ser más resistentes a la inmunización y más contagiosas, el riesgo de que la variante se transmita en todo el mundo es "alto", afirmó el documento, redactado este domingo pero hecho público hoy por la OMS.

La OMS ha solicitado a sus estados miembros acciones prioritarias, como "acelerar la vacunación contra el coronavirus lo antes posible, especialmente entre población de riesgo que siga sin vacunar". También ha pedido un aumento de las medidas de vigilancia, que reporten posibles casos o brotes asociados con la variante Ómicron, y que los laboratorios incrementen los trabajos de secuenciación necesarios para analizar la estructura del coronavirus.

Acuerdo común y jurídicamente vinculante entre naciones

El director general de la Organización Mundial de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha reclamado un acuerdo común y jurídicamente vinculante entre naciones para responder a futuras pandemias; "un acuerdo forjado a partir del reconocimiento de que no tenemos futuro sino un futuro común", ha señalado en la Asamblea Mundial de la Salud, que celebra una reunión extraordinaria con el objetivo de acordar un tratado de preparación y respuesta ante futuras crisis sanitarias.

La falta de intercambio de información y datos por parte de muchos países en los primeros días de la pandemia han obstaculizado la capacidad colectiva; del mismo modo, la falta de intercambio de muestras biológicas obstaculizó la capacidad colectiva para comprender cómo evolucionaba el virus"; mientras que la falta de intercambio de equipos de protección personal, pruebas, vacunas, tecnología, conocimientos técnicos, propiedad intelectual y otras herramientas, obstaculizó la capacidad colectiva para prevenir infecciones y salvar vidas.

En definitiva, ha señalado ante los principales responsables de salud de los 192 estados miembros, la falta de un enfoque global "consistente y coherente" ha resultado en una respuesta "fragmentada e inconexa", que ha generado malentendidos, desinformación y desconfianza. "El tejido del multilateralismo se ha deshilachado", ha afirmado Tedros, para quien la Covid-19 ha expuesto y exacerbado debilidades fundamentales en la arquitectura global para la preparación y respuesta ante una pandemia.

Las principales debilidades han sido una gobernanza compleja y fragmentad; una financiación inadecuada; sistemas y herramientas insuficientes, y mecanismos voluntarios no han resuelto estos desafíos. Por tanto, ha reclamado acuerdo jurídicamente vinculante entre naciones; "un acuerdo forjado a partir del reconocimiento de que no tenemos futuro sino un futuro común".

"La unión de naciones para encontrar un terreno común es la única manera de lograr un progreso sostenible contra las amenazas comunes. No es perfecto ni una panacea. Se necesita un compromiso, nadie obtiene todo lo que quiere, pero eso es mejor que tantos que se pierden lo que necesitan", ha añadido.

"Ha llegado el momento de que los países acuerden un enfoque común y vinculante para una amenaza común que no podemos controlar ni prevenir por completo, una amenaza que proviene de nuestra relación con la naturaleza misma", ha advertido Tedros.