Fidere, la filial del fondo buitre norteamericano Blackstone, ha hecho un negocio redondo en España con la compra masiva de Viviendas de Protección Oficial (VPO) al Ayuntamiento de Madrid en 2013. Igualmente conseguirá unos beneficios bárbaros con otras adquisiciones de casas a la Sareb y a otros municipios -la mayoría viviendas protegidas- e incluso con promociones en Barcelona. Si Blackstone pagó por esas VPO con inquilinos en su interior casi 202 millones (201.986.870 euros), los cálculos que ha efectuado el fondo buitre elevan el valor actual de mercado de esas casas por encima de los 660 millones (662.098.184 euros).

Así lo recogen las cuentas anuales de la compañía correspondientes a 2016, una subida espectacular que más que triplica lo inicialmente abonado por Fidere - Blackstone. El incremento es superior al 200%. La memoria correspondiente a 2015 recogía no solo la "plusvalía latente no registrada" global, sino también la diferencia promoción a promoción entre el valor neto en libros (lo pagado por Fidere al principio) y el valor de mercado actual de esas casas. En la memoria de 2016 no viene tal comparativa.

Las plusvalías más que triplican lo inicialmente abonado por Blackstone

A 31 de diciembre de 2015 los hogares de Blackstone valían 317 millones, algo más de 100 millones de beneficios. Al cierre de 2016, la plusvalía del fondo estadounidense supera los 450 millones de euros.

"El grupo ha procedido a valorar al cierre [del ejercicio] la totalidad de sus inmuebles a partir de estudios internos realizados por la dirección", reza la memoria. "En opinión de los administradores de dichas valoraciones, no se han puesto de manifiesto valores inferiores al valor neto contable a 31 de diciembre de 2016", continúa el texto. "Este  valor de mercado se ha obtenido a través de una valoración interna llevada a cabo por la sociedad".

Blackstone tiene 37 propiedades, la mayoría en Madrid al adquirir 1.860 VPO en la etapa de Botella

La descomunal plusvalía tiene contrapartidas para Blaclstone - Fidere. Una reciente sentencia de un Juzgado de Primera Instancia madrileño ha fallado por primera vez a favor de los inquilinos de VPO en manos de fondos buitre: los fondos no podrán expulsarles ni dejar de renovarles el contrato. El fallo alude particularmente a Fidere, que pretendía desahuciar por la vía de no renovar el arrendamiento a las familias que vivían en el número 10 de la calle Lope de Vega, en pleno casco histórico de Madrid. Una de las caras visibles de la ciudadanía contra los fondos ha sido Arancha Mejías, precisamente vecina de una de estas viviendas del Barrio de Las Letras.

Las viviendas de Lope de Vega son parte del lote de 1.860 casas que la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS), entonces tutelada por el Consistorio de Ana Botella, vendió en 2013 a Blackstone - Fidere. Tras la sentencia, que admite apelación, se activa un sistema de prórroga de 15 años de arrendamiento y transcurrido ese tiempo los inquilinos tendrán opción de compra. Por lo tanto, a no ser que abandonen voluntariamente los hogares, Blackstone no obtendrá los beneficios que reflejan los valores contables.

La sentencia que prohíbe echar a los inquilinos puede golpear al fondo buitre

El fondo está aprovechando el regreso de la burbuja inmobiliaria, especialmente a la capital, para disparar el valor de sus activos. Siempre de acuerdo con el informe anual, Blackstone posee 37 propiedades, la mayoría en Madrid ciudad y en la comunidad homónima: ocho promociones en Carabanchel, siete en Vallecas, seguidas de promociones adquiridas en Torrejón de Ardoz, Alcalá de Henares, Valdemoro, Colmenar Viejo... En total suma 330.000 metros cuadrados.

Ahora Madrid pide anular la venta

En teoría el ayuntamiento de Manuela Carmena pedirá la "nulidad radical" de la venta de VPO a fondos buitre ante la Justicia. Esta solicitud aparece en las conclusiones del dictamen previo a la comisión de investigación de la EMVS, constituida en febrero por parte de la actual Corporación municipal de Ahora Madrid.

A mediados de 2016, un duro informe de la Cámara de Cuentas denunció que la venta de 1.860 viviendas de la EMVS por parte del anterior equipo del Ayuntamiento de Madrid se había hecho “sin establecimiento previo del valor de mercado del bien a enajenar, que se fijó por acuerdo negociado entre el comprador y el órgano de contratación, y sin estudios o tasaciones previas que fijaran dichos valores”. A la Cámara se le olvidó denunciar los pingües beneficios que obtendrán fondos como Blackstone.