Los socialistas catalanes han acogido con contenida alegría el anuncio de la candidatura de Patxi López a la secretaría general del PSOE. Encantados, porque el ex lehendakari vasco aderezó su anuncio con la petición de que se permita participar a los socialistas catalanes en las primarias para elegirlo, pero sin expresarlo demasiado, temerosos de que cualquier exceso verbal perjudique las negociaciones, que siguen abiertas, sobre la revisión del protocolo de unidad entre PSC y PSOE.

En este contexto, la Ejecutiva catalana ha avanzado en su estrategia de normalizar las relaciones con el PSOE por la vía de nombrar a la veterana diputada Teresa Cunillera como la representante del partido en la Comisión Gestora del PSOE. El PSC dejó pendiente este nombramiento cuando se constituyó la Gestora, porque entonces ellos se encontraban inmersos en su propio proceso congresual, pero advirtieron de que no renunciaban a tener representación en ella.

Iceta ha decretado una estricta neutralidad para evitar levantar ampollas entre los socialistas andaluces

Al margen de este nombramiento, que ahora debe ser ratificado, el PSC se ha fijado como principal objetivo reconducir las relaciones con el PSOE para recuperar un estatus sobre el que una parte del socialismo español tiene serias dudas, y en ese empeño su secretario de organización, Salvador Illa, ha vuelto a hacer gala de la estricta neutralidad decretada por el líder del partido, Miquel Iceta, para evitar levantar ampollas entre los socialistas andaluces, los primeros interesados en la exclusión del socialismo catalán.

Illa ha asegurado que la participación de los militantes catalanes en las primarias no dependerá de la presentación de uno y otro candidato sino de lo que decida la comisión bilateral entre ambos partidos. Pero en el PSC están convencidos de que esa participación debe producirse, porque lo contrario sería un problema casi mayor para el PSOE.

El secretario de Organización ha confirmado que la comisión bilateral PSC-PSOE se reunirá de nuevo antes de fin de mes con el objetivo de entrar en la relación orgánica de ambos partidos, auténtico nudo de las negociaciones, y ha confiado en que se pueda cerrar entonces la participación de los militantes catalanes en las primarias. Pero en todo caso la comisión debería concluir sus trabajos antes de marzo, puesto que sus acuerdos deben estar listos antes de la convocatoria formal del próximo congreso del PSOE.