Con solo 26 años, Lia Kali es una estrella que el mundo aún está descubriendo. Algunos de sus temas, como Falso, Volveremos a amar o Me hace mal superan los 6, 9 o 4 millones de reproducciones en YouTube, respectivamente. Sin embargo, todavía es una relativa desconocida.

Comenzó su carrera hace más de una década en las calles de Barcelona, y en 2019 pasó por La Voz, en el equipo de Antonio Orozco. Dos años antes se había presentado al casting de OT 2017, y aunque llegó a las últimas fases se quedó a las puertas de la Academia. Sin embargo, demostrando que cada artista tiene su momento, es ahora cuando está encontrando la fama con su álbum debut Contra todo pronóstico.

Lia Kali está esta noche en El Hormiguero presentando su nuevo disco, que sacó hace solo dos meses y que está presentando en una gira por España y por Latinoamérica. Un recorrido ambicioso que termina en el WiZink Center en abril de 2025. Allí contará su historia, que ha plasmado en forma de canciones, una de superación que comenzó con amor a la música pero con una depresión que le trajo sus peores momentos.

¿Quién es Lia Kali?

Su nombre real es Julia Isern, es catalana, nació en julio de 1997, y es hija de dos artistas. Su padre es batería y su madre escribe, así que la creatividad "siempre ha estado presente" en su vida, tal y como contaba en una entrevista con Mondo Sonoro el pasado año. Empezó en batallas de gallos y en la escena del rap, pero después encontró en las versiones de Amy Winehouse un escape para su especial sensibilidad. Dice que las divas del soul son sus ídolos, pero su música refleja, precisamente, el recorrido que ha tenido desde que era adolescente.

Hay rastros de rap, de soul, de trap. Puede parecer otro producto más de la música rápida, pero sus letras reflejan mucha verdad. De hecho, en Contra todo pronóstico, el tema con el que empieza el disco, expresa con tremenda vulnerabilidad algunos de los peores episodios de su vida.

"Me busqué la ruina por ser demasiado osada, con dieciséis pensé en la muerte más veces de las planeadas. Juicios y mala fama te dejan mal parada, la música la única que nunca a mí me fallaba", canta. Aunque suene muy urbano, se precia su timbre tan soul, con la que ya triunfó en La Voz. Según explicaba en la mencionada entrevista, Contra todo pronóstico es una historia que vivió en sus carnes. Con 15 años se peleó con sus padres y terminó en un psiquiátrico.

Su paso por el Hospital Benito Menni

"Me tuvieron allí varios días encerrada. Era un sitio con barrotes, cámaras...", cuenta. "Parecía una cárcel", añade. "Me drogaban, mis padres no sabían nada de mí y no me dejaban salir porque no encontraban qué me pasaba", confiesa. Por suerte, según explica, se dieron cuenta de que no le pasaba nada y le dejaron marcharse.

En su canción UCA, señala directamente al centro hospitalario que le hizo vivir esta experiencia. Las siglas corresponden a Unidades de Crisis Adolescente, y en su letra especifica que estuvo ingresada en Sant Boi, en el Hospital Benito Menni. "No te atrevas a hablar con nadie sin que me entere eh, no te atrevas a rebotarte o te atamos también", recuerda que le dijeron, tal y como canta en su tema.

"Muerte a la UCA y su plantilla, mierdas. Salas de torturas devorando infancias. Puto recuerdo tu sonrisa, cuando estaba en el suelo, te ponía ver su rodilla sobre mí, ¿eh?", añade. Además, según expresa, estuvo una semana sin hablar con un psiquiatra y recibiendo dosis de pastillas tres veces al día.

Muy reivindicativa

Lia Kali asegura que allí vivió un infierno, y en varias canciones hace referencia a la importancia de la salud mental. También clama a la libertad y se expresa sin tapujos sobre la exigencia de los estándares de belleza o de las cláusulas abusivas de las discográficas. "Yo vengo de todas partes, a mí que nadie me encierre. Que si algo tengo que contar no me callan en ninguna parte", canta.

No quiere quedarse en un solo género ni quiere que controlen su música o sus palabras. Por eso, según explica, no quiso firmar un contrato con una multinacional que tenía "una letra pequeña muy abusiva". "Me di cuenta de que, aunque fuese más difícil y lento, era mejor ser dueña de mi música y mi carrera", comenta en la mencionada entrevista.

Por eso su disco lo ha sacado con Propaganda Pel Fet, 22, una discográfica independiente catalana con la que puede tener el control de su recorrido. Sin que nadie la obligue a nada. Y desde luego, no ha sido ningún impedimento para triunfar.