Vivimos en un momento de cada vez mayor incertidumbre en los mercados financieros. Una situación a tener en cuenta y que debe, sin duda, invitar a la cautela, por encima de todo, a los inversores, si quieren alcanzar el objetivo de preservación de patrimonio.

En este sentido, desde Arcano ya señalábamos en los últimos meses del peligro que suponía para todos los inversores la burbuja en deuda pública y el hecho de que los Bancos Centrales tengan, en nuestra opinión, cada vez menor margen para evitar una explosión controlada.

Si vemos lo que ha ocurrido en las semanas pasadas, se ha producido una situación atípica en lo que a deuda pública se refiere con pérdidas para la mayoría de inversores (en torno a una caída del 4% para el bono del tesoro americano a 10 años). Así, tanto inversores institucionales como fondos de risk-parity han sufrido las consecuencias de las caídas en precio para los bonos soberanos, cuestionando su naturaleza en el contexto actual como activo libre de riesgo.

Las expectativas de actuación de Trump, lejos de asustar, han supuesto una señal de compra para los inversores

Si miramos Estados Unidos, es curioso contemplar cómo las expectativas de actuación de Donald Trump, lejos de asustar, han supuesto una señal de compra para los inversores. Éstos se han lanzado a comprar renta variable huyendo de países emergentes y renta fija pública. No ha sido igual la respuesta a ambos lados del Atlántico, ya que, mientras en Estados Unidos se han visto ganancias en la bolsa, en Europa quedan todavía muchas incertidumbres por despejar; empezando por la propia Unión o el Brexit. El movimiento ha sido claro en favor de aquellos sectores que podrían verse más beneficiados por las promesas de inversiones en infraestructura y bajadas de impuestos, en detrimento de quienes llevan años aprovechando los bajos tipos de interés.

Son momentos de incertidumbre, ya que a pesar de beneficios que se puedan contemplar al corto plazo existen riesgos cada vez mayores, aún sin resolver, al medio y largo plazo. Por ello, desde nuestro punto de vista, es importante no olvidar que los múltiplos que actualmente se pagan por las acciones americanas están en máximos históricos PER (relación precio beneficio por acción de 18,5 veces), a la vez que los márgenes empresariales se ven comprimidos por la inflación de los salarios (2,8% en 2016).

En esta situación, y con el objetivo de la preservación del capital, lo verdaderamente importante es no perder dinero en las caídas, más que intentar ganar el último céntimo en un mercado errático y guiado por los Bancos Centrales. A ello hay que sumar los riesgos geopolíticos con los que nos encontramos, y cuyos efectos son de nuevo imprevisibles. Después de aplacar el miedo al colapso de China, la salida del Reino Unido de la Unión Europea y la elección de Trump como presidente, afrontamos el nuevo año con los efectos derivados del no en el referéndum en Italia y las reuniones de política monetaria que tuvieron lugar en diciembre.

Estos eventos cuyo desenlace desconocemos aún en profundidad pueden tener efectos muy adversos. Incluso acertando los peores pronósticos y habiendo confiado en Trump, pocos habrían hecho dinero con las caídas esperables en la bolsa y el refugio en Treasuries u oro; this time is different.  En el horizonte de 2017 también aparecen dos citas electorales de gran importancia para Europa: las elecciones presidenciales de Francia y las generales alemanas.

La clave para ser objetivo a la hora de asumir riesgos es conocer la tolerancia que cada inversor tiene al riesgo y ser coherente

El objetivo de preservación de capital no implica recogerse en casa y que amaine la tormenta, existen soluciones muy variadas para pasear, aunque llueva. La clave para ser objetivo a la hora de asumir riesgos es conocer la tolerancia que cada inversor tiene al riesgo y ser coherente.

En este sentido, nosotros solemos decir a menudo que ayudamos a nuestros clientes a protegerse especialmente de sí mismos. Será el momento para las estrategias que estén en menor o mayor medida descorrelacionadas con la evolución de los mercados: valor relativo, cuantitativas, activos ligados a inflación, préstamos flotantes y estrategias ilíquidas como el capital riesgo, inmobiliario o infraestructura.

En este inicio de 2017 es, sin duda, un buen momento para que los asesores y gestores activos muestren su capacidad de gestionar riesgos. Su principal objetivo es evitar caídas y preservar el patrimonio. Esto genera gran valor frente a la falta de método y disciplina de muchas carteras de construcción casera. En este punto no podemos fiarnos de retornos históricos, volatilidades y correlaciones pasadas, ya que el mundo de hoy se parece muy poco al de hace unas décadas.

 


Iñigo Susaeta y Paolo Mezza son Socios Arcano Family Office

Vivimos en un momento de cada vez mayor incertidumbre en los mercados financieros. Una situación a tener en cuenta y que debe, sin duda, invitar a la cautela, por encima de todo, a los inversores, si quieren alcanzar el objetivo de preservación de patrimonio.

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