Repasando –con motivo del confinamiento– las películas del Oeste, los famosos western que para muchos especialistas representan la esencia del mejor cine –“todo está en los ellos”, suele decirse–, se encuentra en ellas todo lo esencial, la verdadera historia de la vida humana orientada a la construcción de la civilización norteamericana cuya constitución de 1787 es la obra cumbre de la democracia liberal: la auténtica, pues todas las demás democracias –populares, orgánicas, etc.– se han mostrado ridículas o catastróficas imitaciones.

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