En el mayo de las novias y las ferias, una vicepresidenta del Gobierno se manifestaba con los sindicatos, más de boda o de romería que de reivindicación. Debe de ser complicado reclamar las históricas reclamaciones y luchar la histórica lucha cuando el Gobierno está ya de tu lado como si estuvieran el señor guardia y el señor cura, por eso Yolanda Díaz tiene que hablar de “fiesta” como si fuera una fallera en vez de una comunista.

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