El Tricicle se ha quedado sin dos ruedas, pero sigue rodando. Cada uno por un camino y ustedes que lo vean. Paco Mir y Joan Gràcia siguen sus derroteros, también teatrales y del espectáculo, pero, hete aquí, que nos topamos con “el más guapo”, Carles Sans, ¡Por fin, solo! que seguirá provocándonos la risa, la alegría de vivir, nos contará las anécdotas personales y del grupo y nos dará buena cuenta de que guarda un buen arsenal de recursos hilarantes, con la palabra, para hacernos reír con ganas.

Carles Sans es un cómico diferente. Ahora habla, aunque también gesticula, y se hace próximo y elegante, contándonos sus experiencias personales, y reales, de forma chispeante, jocosa, pero sin hacerse el gracioso, que es lo peor que le puede ocurrir a un cómico. Es de naturaleza trascendente, quiero decir, que nos hace bien, y es capaz de hacer parecer que algo es improvisado, imprevisto, cuando lo tiene preparado y bien ensayado.

Acompaña el espectáculo con imágenes, recuerdos fotográficos, nos abre la puerta de su vida pasada y lo que más nos gusta son las pequeñeces, los detalles sutiles, porque nos lo imaginamos transitoriamente en aquel momento y ¡qué bien lo cuenta, el jodío!

¡Por fin, solo! pero no. Porque estamos con él desde el primer momento. Y por mucho que nos cueste, ya que estábamos acostumbrados a la mímica, entendemos sus palabras, su significado, y lo que pasó y se quedó para convertirlo en materia que llena el escenario, por grande que este sea, en sorpresa, en ternura también, en humor, por descontado.

Imagino que, después de 40 años de giras, espectáculos, representaciones, Carles Sans tiene anécdotas para divertir a mansalva, pero como no sé si Mansalva estaba entre los espectadores, nos hizo pasar a nosotros un rato bien agradable, consiguió que nadie bostezara ni se durmiera, incluso, creo que no sonó ningún móvil, detalle que no hay que pasar por alto, pues significa que antes de que empezara el espectáculo todos lo silenciaron o apagaron para que no hubiera interferencias ni interrupciones y poder escucharlo con delectación sublime hacia el gran cómico que habla más cuando está solo, porque cuando estaba acompañado se mantenía callado.

Tu palabra y tu presencia en el escenario me entra por los oídos y me sale por la garganta en forma de carcajada, me convulsiona las tripas y me facilita la memoria recordando aquellos Manicomic, Slastic, Terrific, Exit, Entretres, Sit, Garrick, Bits,… los náufragos de Chooof!, o el Palace, mientras dabais la vuelta al estadio Olímpico de Montjuïc en Barcelona’92.

O cuando os conocí personalmente un día en el Vip Noche de Emilio Aragón y me quedé sin comer por asistir a un ensayo vuestro. Una pregunta, de Tricicle, ¿te has quedado con Tri, con Ci, o con Cle? Carles Sans, gracias por volver, aunque sea en partes. ¡Por fin, solo! Pero no lo dejen solo.

  • ¡POR FIN, SOLO!
  • Espectáculo unipersonal de Carles Sans.
  • Dirección: Carles Sans y José Corbacho.
  • Espacio: Teatro Reina Victoria.
  • Hasta el 15 de octubre.