La Fundación Mapfre se ha hecho mayor. Tras más de 20 años realizando exposiciones temporales inaugura Espacio Miró, varias salas dedicadas a la obra de Joan Miró (Barcelona, 1893-Palma de Mallorca, 1983), uno de los artistas más influyentes del siglo XX. La colección que puede verse ya en su sede madrileña del Paseo de la Castellana, está compuesta por 65 obras del pintor catalán y cuenta, también, con cuatro esculturas y un óleo de Alexander Calder (Pensilvania, 1898-Nueva York, 1976).

El que varias de las obras del norteamericano se encuentren en este mini museo dedicado a Miró no es baladí. Ambos se conocieron en París en 1928 y, desde entonces, iniciaron una amistad que les uniría de por vida. “Miró tuvo una especial relación con Calder, no solo a nivel profesional, también en lo personal -comenta Pablo Jiménez Burillo, Director de Cultura de Fundación Mapfre-. Las piezas  de Calder que se pueden ver aquí son muy interesantes no sólo porque son obras del prestigioso escultor sino también porque uno de ellos es el retrato que hizo Calder del propio Miró y, otro, es un retrato en óleo que hizo de Pilar, su mujer. El resto son estructuras (sus famosos móviles) que Calder regalo a Miró. Entre ellos se intercambiaban y se regalaban obras”.

Los cuadros y los dibujos que pueden contemplarse en Espacio Miró están fechados en sus últimas décadas la etapa, quizás, más desconocida del artista, aunque en todas ellas se pueden apreciar diversos estilos, reflejo de esa capacidad que tenía el autor de retomar continuamente los mismos temas, reinventándoles y dándoles una nueva vitalidad.

Por supuesto, en los lienzos se encuentran presentes los motivos que le obsesionaron desde sus inicios: el trinomio mujer-pájaro-estrella y la intención de acabar con la pintura para hacer otra cosa distinta. “De Joan Miró tenemos la visión más típica, mas autorizada, más conocida del año 55 que es una serie de formas que se ven en la superficie de la tela pero esta colección muestra un Miró mucho más desconocido, más expresionista, en los años 60 y 70 se aprecia un Miró más contundente –describe Robert Lubal Messeri, Director de la New York University en Madrid-. En vez de las formas volantes en el espacio tenemos unas formas mucho más claustrofóbicas, de monstruos. Es el Miró que violó, por decirlo así, sus cuadros con agujeros y cortes. Un Miró más salvaje, violento, brutal pero, a la vez, un Miró tan luminoso como siempre. Yo creo que esta colección da una visión totalmente distinta del Miró que se tiene habitualmente. Es un Miró más actualizado y nos da una nueva visión de de su obra que es el Miró de siempre pero, bastante más sorprendente”.

Todas las obras que componen Espacio Miró proceden de diferentes propietarios que han cedido las obras en depósito temporal. “Hemos llegado a un acuerdo con cinco coleccionistas distintos –que prefieren quedar en el anonimato-, con los que hemos firmado un contrato renovable por cinco años de manera automática, con lo cual hay una voluntad por todas las partes de que este proyecto se mantenga en el tiempo”, continúa Jiménez Burillo.

Fundación Mapfre tampoco quiere anclarse en la exhibición de las obras de Joan Miró por lo que pretende organizar exposiciones al hilo de la trayectoria del artista barcelonés. “Aparte de las exposiciones temporales que tengamos abiertas en cada momento, para nosotros es importante contar con una exposición permanente –puntualiza el Director de Cultura de la Fundación-. Además, tenemos el derecho de gestionarla como si fuera nuestra, podemos prestarlas o programar exposiciones que pongan en contexto la colección. Lo que tenemos muy presente es que es todo un compromiso y que vamos a difundir e investigar la obra de Joan Miró. También es una satisfacción el poder decir que Madrid cuenta ya con un espacio dedicado a Miró, un nombre con una presencia destacada en la ciudad, sólo el mural del Palacio de Congresos es una obra importante y, espero, que este espacio ayude a poner el valor que merece la presencia de Miró en la capital”.

  • Espacio Miró se abre al público el 15 de diciembre en Fundación Mapfre (Paseo de Recoletos, 23. Madrid). Entrada gratuita con la compra de la entrada (3 euros) a las salas Fundación Mapfre Recoletos.