"Va a hacer la de Pantani en el 99", comentaba el auxiliar de un equipo en la línea de meta de la segunda etapa del Giro de Italia, ubicada en el Santuario de Oropa. En ese momento, la televisión habilitada para los periodistas en la zona mixta mostraba a un Tadej Pogačar que acababa de tocar el suelo en una curva a derechas por culpa de un pinchazo en la rueda delantera de su Colnago.

El auxiliar se refería a la jornada de la corsa rosa en 1999 en la que Marco Pantani, leyenda del ciclismo italiano, sufrió un incidente mecánico similar que le obligó a adelantar a nada menos que 50 ciclistas para acabar ganando en Oropa. Aunque el de hoy no ha dado para tanto, la avería de Pogacar, cuando quedaba un suspiro para comenzar la subida al santuario, elevó el nerviosismo en meta, que inmediatamente se transformó en expectación cuando, nada más reincorporarse al pelotón, el esloveno puso a sus compañeros a tirar del pelotón para preparar su ataque, que llegó a 4,5 kilómetros para el final.

Ahí, en la rampa más dura del puerto, el corredor del UAE lanzó su embestida. Ben O'Connor (Decathlon-AG2R), Geraint Thomas (INEOS Grenadiers) y Jonathan Narváez (INEOS Grenadiers), ganador ayer, trataron de seguirle, pero sus esfuerzos fueron en vano. Cedieron rápidamente ante un Pogačar que pedaleaba lanzado hacia Oropa, donde le esperaba su primera victoria de etapa en el Giro y, también, su primera maglia rosa.

El Giro, encarrilado

En meta, a los pies del imponente santuario alpino, que estaba a rebosar de público, Pogačar acabó endosando 27 segundos a un pequeño grupo encabezado por un sorprendente Daniel Felipe Martínez (BORA-hansgrohe), que fue de menos a más, y que llegó junto al propio Thomas, Lorenzo Fortunato (Astana) y su compañero Florian Lipowitz.

Tras quedarse ayer en Turín con la miel en los labios, el esloveno, que también ha conseguido varios segundos de bonificación, ya lidera el Giro con 45 segundos sobre Thomas y Martínez. Queda mucho, muchísimo, pero a Pogačar le han bastado dos acelerones para hacerse con el liderato, ganar una etapa y perfilar su camino hacia Roma.

Además, con el triunfo de hoy, el esloveno ingresa en el club de los grandes, integrado por aquellos ciclistas que han conseguido victorias de etapa en las tres grandes vueltas. Pogačar tiene 11 en el Tour de Francia, tres en La Vuelta a España y, ahora, una en el Giro de Italia.

Buenas noticias para el ciclismo español

Por su parte, Juanpe López (Lidl-Trek) ha sido capaz de defenderse con holgura en una subida que no se adecúa demasiado bien a sus características. Noveno en meta, el andaluz es séptimo en la general a 1 minuto y 9 segundos. Aún tendrá que sortear las contrarrelojes si quiere lograr un buen resultado en Roma, pero lo visto hoy invita al optimismo.

Además, el Movistar Team tiene bien colocado al colombiano Einer Rubio, que el año pasado ya ganó una etapa en el Giro y que este año aspira a dar un paso más, siendo la referencia del conjunto español, necesitado de buenos resultados, para la clasificación general.

Mañana, en Fossano, los esprinters tendrán su primera oportunidad en este Giro de Italia, que ha acertado al optar por un diseño duro para su fin de semana inaugural: así deberían empezar todas las grandes, con ataques, emoción y diferencias en la general.