Conor McGregor, la estrella irlandesa de las artes marciales mixtas, ha sorprendido al mundo al anunciar que planea su regreso a la Ultimate Fighting Championship en una velada sin precedentes en los jardines de la Casa Blanca. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, avanzó que podría organizar en la Casa Blanca el próximo año.

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Por primera vez, la UFC se prepararía para celebrar un evento en un escenario emblemático: la residencia presidencial de Estados Unidos. Con motivo del 250.º aniversario de la independencia, Donald Trump reveló su deseo de organizar una cartelera de primer nivel, con capacidad para decenas de miles de espectadores y una pelea de campeonato que quedará grabada en los anales del deporte.

Este megacombo de deporte y política ofrece una oportunidad única para fusionar el espectáculo de las artes marciales mixtas con la grandiosidad de uno de los edificios más icónicos del mundo.

Desde su última pelea en 2021, cuando sufrió una fractura de tibia ante Dustin Poirier, McGregor ha enfrentado varios reveses físicos: una lesión en un dedo del pie le impidió combatir contra Michael Chandler en 2024. Sin embargo, el respaldo de su socio David Feldman, presidente de Bare Knuckle Fighting Championship, ha sido clave para mantener viva la esperanza de su retorno.

“Estoy en la piscina de pruebas, me estoy preparando para hacer mi regreso. Voy a pelear en esa tarjeta, luego tendré otra pelea, y entonces podemos hablar”

confesó McGregor en una entrevista reciente. Estas palabras han encendido la expectación entre los aficionados y los organizadores de la UFC, según ha informado Europa Press.

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