El mundo del fútbol está devastado tras la trágica muerte de Diogo Jota, el talentoso delantero del Liverpool y la selección portuguesa, quien perdió la vida a los 28 años en un accidente automovilístico en España junto a su hermano André Silva. La noticia ha conmocionado tanto a Portugal como a Inglaterra, dejando una huella imborrable en todos los que conocieron al jugador nacido en Massarelos.
La primera plana del fútbol portugués y del Liverpool dieron el último adiós este sábado al exjugador del equipo británico Diogo Jota y a su hermano André en el funeral celebrado en Gondomar, en el norte de Portugal, donde ambos crecieron.
A la Iglesia Matriz de Gondomar, en la que tuvieron lugar las exequias, asistieron el seleccionador de Portugal, el español Roberto Martínez, el presidente de la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF), Pedro Proença, y antiguos compañeros del equipo nacional, como Bernardo Silva, João Moutinho, Rúben Dias, João Félix o Rui Patrício.
Futbolistas y equipo técnico del Liverpool llegaron portando dos camisetas de flores con el número 20, de Diogo Jota, y el 30, de André Silva, que jugaba en el Penafiel luso. El defensa Virgil van Dijk portaba la del 20, mientras que la de André Silva la llevaba el centrocampista Jordan Henderson.
Las exequias fueron oficiadas por el obispo de Oporto, Manuel Linda, y, cuando acaben, los dos hermanos serán enterrados en el cementerio que hay dentro del recinto de la Iglesia, a donde se han aproximado numerosos vecinos de Gondomar para apoyar a la familia, muy conocida en este pueblo de las afueras de Oporto, según informa EFE.
Diogo Jota será recordado no solo por sus goles y títulos, sino por su calidad humana. Arne Slot, entrenador del Liverpool, describió la pérdida como "una conmoción absoluta" y destacó que "era un ser querido para todos nosotros". Su legado perdurará en la memoria de quienes lo conocieron, tanto dentro como fuera del campo.
La historia de Diogo Jota, que comenzó con un problema cardíaco a los 17 años que casi trunca su carrera, y culminó con él levantando trofeos en Anfield y con la selección portuguesa, representa la perseverancia y el talento que caracterizan a los grandes deportistas. Su partida prematura deja un vacío irreparable en el fútbol mundial, pero su legado permanecerá para siempre en los corazones de todos los que lo admiraron.
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