En el universo del fútbol moderno, pocos nombres han generado tanto impacto en tan poco tiempo como el de Jude Bellingham. El joven centrocampista inglés, actualmente pieza clave en el Real Madrid, ha demostrado ser mucho más que una promesa. Su capacidad para adaptarse a diferentes posiciones y su mentalidad abierta lo han convertido en uno de los jugadores más versátiles y valiosos del panorama internacional. Bajo la dirección de Xabi Alonso, Bellingham ha encontrado un entorno ideal para potenciar sus virtudes y seguir creciendo como futbolista.

El desembarco de Xabi Alonso en el banquillo del Real Madrid supuso un giro radical en la forma de entender el juego. El técnico vasco ha implementado un estilo basado en la posesión, el control del balón y la intensidad tanto en ataque como en defensa. Su modelo prioriza la presión alta, la ocupación inteligente de los espacios y la creación constante de líneas de pase.

Entre las claves de su método destacan:

  • Sistema flexible: Utiliza variantes como el 3-2-2-3, permitiendo libertad a los mediocampistas para alternar posiciones y sorprender al rival.
  • Transiciones rápidas: Busca aprovechar el desorden rival tras la recuperación del balón, combinando posesión con verticalidad.
  • Participación activa: Xabi Alonso se involucra directamente en los entrenamientos, corrigiendo y motivando a sus jugadores para que den el máximo en cada acción.

Uno de los aspectos que más ha llamado la atención de Xabi Alonso es la versatilidad de Bellingham. El propio jugador ha reconocido en entrevistas que disfruta “descubriendo dónde va a jugar” en cada partido, ya que puede desempeñarse como mediocentro, interior, mediapunta e incluso como delantero en momentos puntuales.

Bellingham ha declarado:

“Es diferente porque cada partido me siento afortunado de poder analizar tácticamente cómo he jugado. Estoy en diferentes roles en un mismo partido. Tengo responsabilidades defensivas y con el balón tengo otras. Cada partido es una oportunidad de jugar diferente. Me gusta cuando me veo en la hoja de la alineación y descubro dónde voy a jugar”.

Esta flexibilidad táctica ha sido fundamental para que el inglés encaje a la perfección en el esquema de Xabi Alonso, quien valora especialmente a los jugadores capaces de adaptarse a diferentes roles según las necesidades del equipo.

La llegada de Xabi Alonso ha supuesto una auténtica revolución en el vestuario blanco. Jugadores como Bellingham, Valverde y Arda Güler se han convertido en los nuevos creadores de juego, asumiendo responsabilidades tanto en la construcción como en la finalización de las jugadas.

Con el nuevo entrenador, Bellingham ha visto modificado su rol respecto a la etapa de Ancelotti. Si bien antes era habitual verlo llegar al área rival, ahora su aportación se centra más en la creación y en el juego “entre líneas”, sin perder la capacidad de sorprender en ataque cuando la situación lo permite.

El propio Bellingham ha explicado:

“Eso me gusta. Como siempre he dicho, voy a hacer lo que sea por el equipo en la posición que sea. Una de mis virtudes es que puedo jugar en diferentes posiciones y me gusta que los entrenadores vean eso en mí. Puedo cumplir cualquier función para ellos. Me siento bien, puedo jugar a gusto. Hacer jugar bien al equipo.

La sintonía entre Bellingham y Xabi Alonso es evidente. El inglés ha destacado la energía y la pasión que transmite su entrenador, señalando que es contagiosa y que le motiva a dar lo mejor de sí mismo en cada partido.

Xabi Alonso, por su parte, no ha escatimado en elogios hacia su pupilo, el impacto de Bellingham no solo se refleja en el juego, sino también en los números. En la última temporada, el inglés ha registrado 15 goles y 4 asistencias en todas las competiciones, consolidándose como uno de los jugadores más determinantes del equipo. Además, su precisión en el pase y su capacidad para ganar duelos individuales lo han convertido en un referente en el centro del campo.

La combinación entre el método Xabi Alonso y la mentalidad abierta de Jude Bellingham está dando frutos en el Real Madrid. El joven inglés ha encontrado el escenario perfecto para seguir evolucionando, mientras que el técnico vasco puede presumir de contar con un futbolista capaz de adaptarse a cualquier exigencia táctica. Juntos, representan el presente y el futuro de un club que aspira, una vez más, a dominar Europa y el mundo del fútbol, según informa EFE.