Carlos Alcaraz ha vuelto a demostrar por qué es uno de los grandes favoritos en la gira de hierba, asegurando su pase a las semifinales del torneo de Queen’s con una victoria sólida y sin sobresaltos ante el francés Arthur Rinderknech.

El murciano, número dos del mundo, necesitaba un partido así: rápido, efectivo y sin desgaste, especialmente después del maratón físico que supuso su duelo previo ante Jaume Munar, donde estuvo en pista más de tres horas y media, según informa Europa Press.

Ante Rinderknech, Alcaraz mostró una versión mucho más afinada, sobre todo en el servicio, que había sido su punto débil en el partido anterior. Tras trabajar intensamente junto a su entrenador Samuel López y su fisioterapeuta Fran Rubio, el español saltó a la pista con un saque renovado y preciso.

Los números hablan por sí solos: ganó el 89% de los puntos con su primer servicio, superó el 65% de primeros saques y conectó ocho ‘aces’, sin conceder una sola bola de rotura a su rival. Esta solidez fue clave para que el partido se resolviera en apenas una hora y veinte minutos, con parciales de 7-5 y 6-4.

El encuentro, aunque no fue un espectáculo brillante, sí fue un ejemplo de eficacia y madurez táctica. Rinderknech, especialista en césped y con un saque potente, buscó acortar los puntos y evitar los largos intercambios, pero Alcaraz supo adaptarse, variando su juego y encontrando la oportunidad de romper el servicio del francés en los momentos decisivos.

El primer quiebre llegó en el undécimo juego del primer set, y en el segundo, el español volvió a aprovechar su oportunidad para encaminar el triunfo.

Con esta victoria, Alcaraz suma ya 16 partidos consecutivos ganados, la mejor racha de su carrera profesional, y se afianza como uno de los grandes candidatos al título en Londres.

Además, recorta distancias con el número uno del mundo, Jannik Sinner, y mantiene el liderato en la ‘Race to Turín’ de la temporada. Ahora, el murciano espera en semifinales al ganador del duelo entre Holger Rune y Roberto Bautista, con la mirada puesta en seguir acumulando confianza y ritmo de competición de cara a Wimbledon, donde defiende el título y aspira a seguir haciendo historia.