La Comisión Europea ha hecho público un informe este lunes en el que lanza un claro mensaje a España: las pensiones que paga el país ya son de las más generosas de la Europea y la situación de déficit de la Seguridad Social recomienda mantener las reformas de 2011 y 2013, destinadas a contener el gasto, sin ligar las prestaciones al IPC.

Esto es exactamente lo contrario a lo que ha hecho el Gobierno para salvar la negociación de los Presupuestos de 2018: elevar las pensiones con la inflación en 2018 y, si no hay acuerdo en contra en el Pacto de Toledo, también en 2019,  así como frenar la entrada en vigor del factor de sostenibilidad, la segunda fase de la última reforma de pensiones.

Cabe recordar que la publicación del informe, que versa sobre la idoneidad de los sistemas de pensiones europeos, coincide con la remisión a Bruselas este lunes del Programa de Estabilidad 2018-2021, en el que el Gobierno explica cuál será la senda de reducción del déficit público y que incluye el viraje en la política de gasto en pensiones del Gobierno.

Según indica el documento, la tasa de sustitución en España --la cuantía de las nuevas pensiones en relación al último salario-- es de las más altas de Europa, y los pensionistas españoles han logrado mantener su nivel de vida de una forma u otra durante la crisis. Tanto es así, que la el riesgo de pobreza para los pensionistas es del 14%, frente a cerca del 30% para los trabajadores.

Más aún, la Comisión Europea defiende que, la aplicación de la reforma de las pensiones de 2013, aunque reducirá las tasas de sustitución de los trabajadores, no impedirá que éstas sigan siendo generosas.  Sin embargo, el Gobierno ha dado un paso atrás en esas reformas, aplazando la entrada en vigor del factor de sostenibilidad desde 2019 a 2023.

Bruselas pide tiempo a las reformas

El informe no lo menciona, dado que las últimas decisiones del Gobierno sobre pensiones se han conocido apenas unos días. Sin embargo, la opinión de la Comisión Europea insiste en que "las recientes reformas en pensiones tendrá un impacto positivo en la sostenibilidad del sistema", aunque "aún no están completamente implementadas y no está generando por el momento un significativo incremento en la edad de retiro".

"El Gobierno debe pensar en la forma de reequilibrar el déficit de la Seguridad Social considerando medidas para garantizar mayores ingresos y asegurar un gasto eficiente", añade.

Advierte de los falsos autónomos

Como ideas, la Comisión Europea considera que el reto ahora debe ser, más que garantizar ciertos niveles de ingresos, lograr que las carreras laborales sean más largas y que se vaya cerrando la brecha salarial entre hombres y mujeres, para que asegurar ingresos adicionales a través de cotizaciones sociales.

Pero también pone el acento en el trabajo autónomo, que de forma generalizada se acoge a las bases de cotización más bajas, y en el resto que suponen las nuevas tipologías de empleo, como las de los riders de Deliveroo.

Según dice, la falta de regulación "introducirá presiones en la contributividad de las pensiones debido a una menor intensidad del factor trabajo, causando una reducción de ingresos en cotizaciones e impuestos".