Sede de Unicaja Banco, en Málaga.
Unicaja Banco ya ha provisionado 140 millones para hacer frente a los costes de reestructuración de plantilla previstos hasta 2021, tal como ha desvelaron el lunes Enrique Sánchez del Villar, consejero delegado de la entidad, y Pablo González, director financieros, a los analistas que siguen el valor con motivo de la presentación de resultados del cuarto trimestre.
La entidad que preside Manuel Azuaga, en conversaciones con Liberbank para la fusión de ambas entidades, calcula que el coste del ajuste de platilla alcanzará 180 millones de euros. Ha evitado detallar cuándo provisionará los 40 millones restantes y ha apuntado que "dependerá del ritmo adhesiones de las bajas voluntarias".
Con este ajuste, la entidad aspira a ahorrar 55 millones de euros. Planea reducir el número total de empleados desde 6.855 hasta en torno a 6.000 en 2021, lo que supone un recorte del 12%.
El grupo malagueño eleva a 300 millones las provisiones para hacer frente al riesgo de litigio, especialmente por cláusulas suelo
A finales de 2018, la entidad malagueña y los sindicatos CC.OO., CIC (Secar-UEA) Y FINE (ASI-Cesica) acordaron una serie de medidas para evitar un expediente de regulación de empleo (ERE). Bajo la premisa de la voluntariedad, suponen un total de 760 prejubilaciones y 200 trabajadores afectados por movilidad geográfica, además de bajas incentivadas y modificaciones de las condiciones laborales.
Por otro lado, tal como confirmó la entidad, las provisiones totales para litigios alcanzan los 300 millones de euros, de los que dos terceras partes están vinculadas a cláusulas suelo en las hipotecas. Los directivos del grupo señalaron que el stock de hipotecas con suelos todavía activos ha caído en 200 millones en el último trimestre hasta los 1.800 millones y que "esta reducción no tendrá impacto significativo en el margen de interés".
Previsiones para 2019
El equipo de dirección de la entidad detalló a los analistas algunas de sus previsiones de cara a 2019. Espera que la cartera de crédito y las comisiones crezcan en en torno del 5% y que el margen de interés se mantenga plano. El impacto positivo del mix de crédito y los ingresos se verá neutralizado por el aumento de los costes de financiación en los mercados mayoristas, la baja rentabilidad y el deterioro por hipotecas con cláusula suelo, indica la dirección del grupo.
Unicaja presentó el lunes un beneficio neto de 153 millones de euros al cierre de 2018, lo que supone un aumento del 10,2% respecto a 2017, una mejora basada en el incremento del margen de intereses y la reducción de gastos de explotación y de saneamientos.
Prevé que este año su cartera de crédito y comisiones crezcan en torno al 5% y el margen de interés se mantenga plano
La entidad indicó presentará a la junta de accionistas la propuesta de distribución de un dividendo del 40% del beneficio neto, con un incremento del dividendo por acción del 76 %.
El margen de intereses subió un 3,1%, hasta 601 millones de euros, mientras que los gastos de explotación disminuyeron el 2,2 % y las necesidades de saneamientos se redujeron en un 23 % respecto a 2017.
Asimismo, en este periodo destacan la mejora de los niveles de solvencia, con una ratio de capital ordinario de primer nivel (CET1) del 15,4%, y de capital total del 15,7%, lo que suponen incrementos interanuales de 0,9 y 0,6 puntos, respectivamente.
La entidad también redujo sus activos no productivos en un 21,7%, mientras que el nivel de cobertura se situó en un 57,3% a cierre de 2018.
La dinámica comercial permitió además impulsar el crédito a pymes y particulares en un 21% y aumentar ligeramente la captación de recursos de clientes, en especial a través de seguros de ahorro y cuentas a la vista.
El volumen de recursos administrados por el grupo (sin ajustes por valoración) alcanzó los 55.507 millones de euros, "en un año difícil para la gestión de los recursos dada la negativa evolución de los mercados financieros y sus efectos sobre la valoración de los patrimonios bajo gestión", señala.
Unicaja Banco destaca que la "calidad de balance y los niveles de solvencia" de la entidad han permitido "anticipar dos años" el porcentaje de beneficio neto destinado al pago de dividendos previsto en la salida a Bolsa en 2020.
Esto supondrá distribuir al conjunto de los accionistas un importe total de dividendo en efectivo de 61 millones de euros, frente a los 34,6 millones repartidos con cargo al resultado de 2017, lo que equivaldrá a un importe de 3,8 céntimos por acción, frente a los 2,1 céntimos del ejercicio anterior, un 76 % más.