Ha sido una de las escenas más repetidas en los pueblos costeros de Girona. Durante varias horas y durante muchos de los días de este verano, vecinos, turistas y empresarios han tenido que ver cómo sufrían apagones de luz.

Castell-Platja d'Aro, Calonge i Sant Antoni, Palafrugell, Sant Feliu de Guíxols, L'Escala y Palamós han sido las poblaciones que durante estas semanas han sufrido los cortes de suministro, responsabilidad de Endesa.

De hecho, los alcaldes de dichas poblaciones se han quejado reiteradamente por los cortes de electricidad que han venido sufriendo, llevando el caso hasta la Generalitat de Cataluña. Según ha podido confirmar este periódico los políticos locales también han mantenido diversas reuniones con la suministradora para pedir explicaciones ante los hechos que han venido repitiéndose durante todo el verano.

Los alcaldes denunciaron problemáticas diversas en función del municipio que van desde cortes de luz de horas con especial afectación a la hostelería y la restauración a "microcortes" que se suceden de forma reiterada y perjudican a los negocios en marcha en plena campaña turística.

La avalancha de turistas ha provocado que haya una mayor demanda eléctrica. En una rueda de prensa conjunta, los ediles también dijeron que “no pueden ofrecer alternativas” y se resignaron a que la situación cambie lo antes posible.

Fuentes de Endesa confirman a este periódico los cortes de suministro que se están produciendo durante las últimas semanas e indican que se debe a “una fusión de fusibles”. Es decir, que se producen sobre saturaciones por alta demanda de electricidad en momentos puntuales del día.

Además, remarcan que esta “bajada de plomos” se ha producido porque “se ha detectado que restaurantes, bares o campings han sobrepasado la potencia contratada, provocando que los fusibles se sobrecalentaron, provocando dichos cortes”.

La suministradora subraya también que los operarios han trabajado de “forma correcta” y que según se detectaban los incidentes los trabajadores resolvían la avería. No obstante, Endesa reconoce que los problemas se han sucedido de manera continuada.

La empresa, según ha podido confirmar este periódico, ya ha notificado a las empresas que han utilizado más electricidad de la permitida que deben comunicar una ampliación de potencia para que, así, Endesa pueda solicitar una mejor infraestructura a la gestora eléctrica de España, Redeia.

“Nosotros trabajamos sobre los contratos que tenemos en la base de datos, y si vemos que no se han producido cambios mantenemos la misma potencia para toda la zona. Pero durante estos meses de verano se ha multiplicado la demanda, que era imposible de prever”, apuntan las fuentes de Endesa a este periódico.

Por otra parte, las fuentes consultadas indican que los cortes de suministros puntuales seguirán presentes en la Costa Brava debido a que hasta que no se produzcan las solicitudes de ampliación de potencias, Endesa no podrá aumentarla.

Endesa, a su vez, rechaza la postura de varios ediles en cuanto a la inversión en las zonas afectadas y remarca que ha invertido cerca de tres millones de euros en los últimos años para garantizar el suministro eléctrico en la Costa Brava.

El turismo en auge

La masiva llegada de turistas ha sido el detonante de este problema. Como se mencionaba anteriormente, la Costa Brava ha registrado una llegada de personas muy elevada, una vez que el sector se ha recuperado tras dos años de pandemia.

Según los últimos datos oficiales, 2,1 millones de turistas han visitado las diferentes zonas de Girona en lo que llevamos de año. Estos datos son prácticamente calcados a los de 2019, antes de que llegara el coronavirus hasta nuestras vidas.