En tienda de campaña, bungalós o con autocaravana, los camping están de moda. En tiempos de restricciones, la pandemia atrajo a muchos a esta modalidad turística al aire libre. Y parece que la tendencia se consolida en los cerca de 1.000 establecimientos de este tipo que se reparte por toda la geografía española. "Va a ser un verano histórico en cuanto a pernoctaciones y viajeros. Seguramente se superarán las cifras de 2019", dice a El Independiente, Sergio Chocarro, gerente de la Federación Española de Campings (FEEC).

Por mercados, en algunos destinos los clientes nacionales superan a los extranjeros. Aunque todos tienen en común una reducción de su nivel de gasto en actividades deportivas, restauración, supermercados. "El objetivo es alargar la estancia reduciendo el gasto para poder estar más días", explica. La media está en ocho noches.

Sin embargo, los buenos niveles de visitantes no son suficientes para compensar las alzas de costes que registran los establecimientos. "En la cuenta de resultados, los beneficios van a ser inferiores a 2019 a pesar de que tendremos más clientes", añade.

Muchos de ellos llegaron con la pandemia. "La crisis sanitaria hizo que mucho cliente nuevo descubriese los camping como una opción alternativa a los hoteles para pasar sus vacaciones y la gran mayoría repitieron en 2021 y han repetido en 2022", abunda.

Triunfan especialmente entre las familias, aunque también hay mucho autocaravanista que o bien compra el vehículo o lo alquila por unos días por primera vez. Los bungalós son el producto estrella dentro de los camping españoles, pese al coste más elevado que suponen. Pero también tiene éxito el alquiler de parcelas para alojar a furgonetas camper, caravanas y autocaravanas, así como a las tiendas de campaña.

En un contexto de inflación disparada, con las tarifas de los alojamientos turísticos en pleno auge, los camping también podrían ser una alternativa de menor coste. Pero desde la Federación aseguran que el motivo económico no es el principal que lleva a decantarse por este tipo de modalidad.

"El que va a un camping es porque prefiere estar al aire libre, en contacto con la naturaleza", explica. "Y la animación que ofrece un camping no está en otros alojamientos. Tenemos instalaciones deportivas y parques acuáticos donde los niños no tienen barreras", agrega.

Hasta el mes de mayo, Andalucía y Cataluña concentraban la mitad de los visitantes. Pero con la llegada del verano, los camping de todas las regiones están trabajando a pleno rendimiento. "El buen tiempo en la costa cantábrica este verano ha hecho que durante el mes de julio hayan estado al 90% de ocupación", asevera.

Pero también ha ocurrido algo similar tanto en los de la costa mediterránea como en los de regiones de interior como La Rioja, Aragón, Navarra, las dos Castillas o Extremadura. "Están funcionando muy bien y no bajan de un 85% de ocupación", explica.

El auge de actividad podría animar al sector a poner en marcha nuevos establecimientos para dar cabida a la nueva demanda. Sin embargo, desde la Federación aseguran que las trabas burocráticas de cada región para abrir nuevos camping frena la iniciativa empresarial. "El aumento del número de camping es mínimo", remata.