Este miércoles la ministra de Defensa, Margarita Robles, compareció en el Congreso para dar explicaciones sobre el comercio de armamento entre España e Israel, después de que un informe del Centro Delàs de Estudios por la Paz revelara que nuestro país ha realizado 88 envíos de material bélico al Estado hebreo desde el 7 de octubre de 2023 -la fecha en la que Hamás atacó a Israel y el conflicto se recrudeció- hasta el 31 de marzo de 2025. Unos negocios que reportaron a España, según el estudio, 5,3 millones de euros, una cantidad cinco veces superior a la que el Gobierno español reconoce.
Robles arrancó su intervención asegurando que el Ejecutivo español en todo momento admitió el derecho de Israel de defenderse de manera "proporcional" y dentro de lo que establece la regulación internacional. Pero después de considerar que el Gobierno de Benjamín Netanyahu había traspasado todos los límites, la ministra defendió la necesidad de "tomar medidas".
Sobre el informe del Centre Delàs, la ministra aseguró que, aunque lo respeta, sus datos se extraen exclusivamente de la Administración de Israel, y más concretamente de la autoridad de impuestos israelí. "Sin entrar a valorar la mayor o menor exactitud de esa información, entenderán que he de ceñirme a los datos de las instituciones publicas españolas, sobre todo si, como el propio informe reconoce, no hay homogeneidad o uniformidad en la codificación de los productos afectados en el estudio", argumentó. "Si no creemos a Israel en algunas cosas, no podemos creerlos en nada, porque ¿qué credibilidad tienen esas autoridades?", cuestionó.
Además, también afirmó que las autorizaciones de estos envíos no son responsabilidad de su ministerio, sino de la Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Material de Defensa y Doble Uso (JIMDDU), dependiente de la Secretaría de Estado de Comercio Exterior.
Con todo, Robles defendió que desde el año 2001 la política que España ha seguido con Israel siempre ha sido "enormemente prudente", no autorizándose la exportación definitiva de ningún armamento ni equipo que resulten letales ni que puedan ser empleados como material antidisturbios. Una estrategia que, a raíz del conflicto actual, el Ejecutivo decidió reforzar.
"A partir del 7 de octubre de 2023 no se ha autorizado ninguna operación de exportación definitiva ni de materia de defensa ni de doble uso a Israel. Solo han existido autorizaciones temporales de material para reparación y mantenimiento, cuyo usuario final era el Ministerio de Defensa español. Con esos envíos, que son exclusivamente temporales, se pretende actualizar los sistemas esenciales para la seguridad de nuestras FFAA y de nuestro personal desplegado", subrayó.
El plan de "desconexión" de Israel
Respecto a las importaciones de material militar israelí, la ministra admitió que las FFAA españolas emplean desde hace "muchos años" instrumentos e incluso municiones de origen israelí. "Tenemos el compromiso claro e inequívoco de que toda esa tecnología pase a ser española", destacó.
En esa misma línea, recordó que el Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa presentado por el Gobierno el pasado abril recoge que el 80% de su ejecución se efectuará en territorio nacional y con empresas españolas.
"Hemos llamado a esto el plan de desconexión", afirmó Robles, que explicó que ha mantenido múltiples reuniones con la industria de defensa para abordar este tema. "Hemos hablado con ellos para que nos digan si podemos sustituir programas como el de misiles Spike y el de lanzacohetes Silam por tecnología española, y nos han dicho que sí", sostuvo, aunque no dio fechas: "Probablemente lo retrasemos un poco más en el tiempo, o no, porque la industria de defensa española es muy buena trabajando y crea empleo".
En paralelo, la ministra confirmó las informaciones que apuntaban que bombarderos y aviones cisterna estadounidenses están utilizando bases españolas en el marco del refuerzo militar que Donald Trump está ejecutando por la escalada de tensión entre Israel e Irán. "En este momento sí que es verdad que Estados Unidos está utilizando las bases, pero siempre dentro de los límites del acuerdo que tenemos entre los dos países y con arreglo a los tratados", aseveró, antes de incidir en que el Gobierno español está "preocupado" por la situación y espera que las partes alcancen "pronto" un acuerdo de paz.
La reacción del resto de partidos
Durante la sesión, el representante de Sumar en la Comisión de Defensa del Congreso, Txema Guijarro, expresó que su grupo, como parte minoritaria del Gobierno, considera inaceptables las justificaciones ofrecidas por su ministerio para no cesar por completo las relaciones comerciales con Israel. Además, criticó que haya pasado casi un año y medio antes de que empiece a mencionarse públicamente la idea de una "desconexión" con el Estado israelí.
Por parte de ERC, el diputado Francesc-Marc Álvaro Vidal tomó la palabra para pedir explicaciones a la ministra sobre los contratos de suministro de municiones que aún estarían en vigor. Asimismo, denunció una aparente contradicción en la postura del Gobierno respecto a Israel, al señalar que, mientras se reconoce oficialmente al Estado palestino, se mantiene una política ambigua que evita reducir las exportaciones de armamento hacia Israel.
El portavoz adjunto de EH Bildu, Oskar Matute, demandó información sobre los contratos comprometidos con empresas vinculadas directa o indirectamente a Israel, cuestionando por qué aún no han sido cancelados. Según Matute, suspender todos esos acuerdos sería una prueba clara y contundente de que el Ejecutivo realmente desea romper los vínculos militares con ese país, algo que -afirmó- la ministra ha asegurado en distintas ocasiones.
La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, lanzó una crítica directa a la titular de Defensa, preguntándole si no siente vergüenza por ser parte de un Gobierno que sigue haciendo negocios con Israel. Denunció además que resulta incoherente que el Ejecutivo califique la situación como un "genocidio" mientras continúa manteniendo lazos comerciales, diplomáticos y militares con quienes identifica como responsables.
Por último, el diputado del BNG, Néstor Rego, incidió en que los argumentos que aporta el Gobierno para no cortar relaciones comerciales con Israel "no están justificados" y ha defendido que esa ruptura es la "mínima exigencia ética y humana" ante la situación que está viviendo Palestina.
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