La creencia de que una incapacidad médica protege al empleado frente a la posibilidad de despido no es del todo cierto, ya que el Estatuto de los Trabajadores prevé la extinción del contrato de trabajo mientras el trabajador esté en incapacidad temporal, en caso de que existan causas legales para la extinción del contrato. Aun así, la empresa tiene herramientas de las que puede hacer uso, que pueden llegar a permitir que pueda producirse el despido de un empleado aunque éste esté de baja, con la única excepción de que la causa de extinción sea la propia causa de incapacidad médica.

Causas de despido estando de baja médica

El ordenamiento jurídico admite que el despido objetivo de un trabajador se efectúe por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción, en las situaciones de reestructuraciones, crisis empresarial o ajustes que afecten la actividad de empresa. Por muy válida e incluso acreditada que sea la causa del despido, la incapacidad temporal, baja laboral o similar del trabajador no será óbice para despedirlo.

En procedimientos colectivos como los ERES, no se encuentra tampoco excluido los trabajadores que se encuentran en baja médica. Lo fundamental es que la decisión tomada por la empresa no se fundamente en el estado de salud del trabajador, sino que consista en una causa empresarial valida y verificable.

Cierre de la empresa

Otra causa válida es el cese total de actividad de la empresa, que en este caso, si debe cerrarse, puede extinguir todos los contratos, incluidos los contratos de los trabajadores de baja. En este caso, la relación laboral no finaliza en base a la situación médico-laboral del trabajador, sino por la desaparición de la entidad.

En este supuesto, la situación de baja médica no da una protección adicional, ya que la decisión responde a una causa objetiva e incluso general.

Supuestos disciplinarios en la baja

Faltas graves y continuadas

Aun en situación de incapacidad el despido disciplinario puede darse cuando un trabajador en baja comete faltas graves, como desobediencia, un rendimiento bajo y deliberado o incumplimiento de la buena fe contractual. La incapacidad no conlleva la pérdida del derecho de la empresa para actuar si existe algún motivo justificado y probado.

Es necesario que el despido esté bien fundamentado y que sea relevante dentro del procedimiento legal, ya que si no se sigue el procedimiento adecuado sería considerado improcedente o incluso nulo.

Conductas anteriores a la incapacidad

La empresa puede reunir hechos sancionables anteriores a la baja y ejecutar un despido disciplinario durante la situación de incapacidad. Siempre que la empresa demuestre que la causa se encuentre al margen de la incapacidad, este despido podría considerarse como válidamente realizado. La incapacidad temporal no detiene el derecho de la empresa a actuar ante incumplimientos anteriores, pero obliga a poner especial cuidado en la argumentación con el fin de evitar impugnaciones.

La incapacidad temporal no puede ser el motivo directo

Es cierto que se puede despedir a un trabajador estando de baja laboral, pero no puede ser el motivo directo. Si se demuestra que la causa de la despido ha sido precisamente la baja laboral, los juzgados pueden llegar a considerar que es nulo y, por lo tanto, obligar a la empresa a readmitir al afectado, además de tener que abonar todos los salarios pendientes de abono.

Tanto la legalidad como la jurisprudencia protegen los derechos fundamentales de los trabajadores y castigan particularmente las bajas con causa en la salud.

Exigencia de ciertos niveles de justificación

La carta de despido debe exponer específicamente los motivos por los que se provoca la ruptura, sin vincular la baja con la extinción del contrato de trabajo. Se pueden superponer en el tiempo, pero no puede ser el motivo que explique la ruptura del contrato. Si se cumplen ciertas exigencias legales, tanto la empresa como el trabajador quedan a salvo de una reclamación judicial.

Por lo tanto, encontrarse en situación de incapacidad temporal no prohíbe el despido, pero no puede ser el motivo que lo justifique. Las empresas tienen que ser rigurosas a la hora de despedir a sus empleados y los trabajadores han de ser conscientes de sus derechos a fin de no tomar decisiones arbitrarias.