La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha destacado la contribución de la inmigración a la fortaleza del mercado laboral de la eurozona y ha puesto como ejemplo a Alemania y a España.
"El sólido desempeño del PIB de España tras la pandemia, que ha contribuido a sostener el agregado de la zona euro, también se debe en gran medida a la contribución de la mano de obra extranjera", explicó tras señalar que el PIB alemán sería un 6% menor desde 2019 sin la contribución de los trabajadores extranjeros.
Durante su intervención en el simposio de Jackson Hole este sábado, Lagarde ha indicado que los trabajadores extranjeros han aportado la mitad del crecimiento del empleo en los últimos tres años y ha subrayado la aparente fortaleza del empleo tanto en Europa como en Estados Unidos a pesar de la fuerte subida de tipos que han practicado los bancos centrales para controlar la inflación.
"Era razonable imaginar que un ajuste tan brusco de los tipos de interés podría provocar un aumento del desempleo. Sin embargo, la subida de precios se ha ralentizado abruptamente con un coste sorprendentemente bajo en términos de empleo. En la eurozona, el crecimiento del empleo ha sido significativamente más alto de lo que los patrones históricos predecían", ha explicado.
En este sentido, ha declarado que en los últimos años la eurozona ha mostrado una creciente flexibilidad laboral, con aumentos del empleo superiores a lo esperado y un impacto limitado sobre el PIB. Lagarde señaló que los trabajadores extranjeros, que apenas representaban el 9% de la fuerza laboral en 2022, fueron responsables de casi la mitad del crecimiento del empleo en los últimos tres años.
Por otro lado, y en extractos de una entrevista con la división de negocios de la cadena estadounidense Fox que se emitirá en su integridad el lunes, sin abordar directamente el conflicto abierto entre el presidente de EEUU, Donald Trump, y la Fed, sí que ha querido incidir en que "la independencia de cualquier banco central tiene una importancia crucial".
"Creo que todos debemos rendir cuentas", ha añadido Lagarde, "y que es necesario responder a todas las cuestiones que plantee o bien el Congreso de Estados Unidos, o bien el Parlamento Europeo, pero en cualquier caso la independencia de los bancos centrales es vital".
Sobre ello, Lagarde ha recordado que, durante su etapa al frente del Fondo Monetario Internacional (FMI), fue testigo de las consecuencias para los bancos centrales cuando su independencia "se ve amenazada". "El banco central se vuelve disfuncional. Comienza a hacer cosas que no debería hacer. Y el paso siguiente es la disrupción. La inestabilidad, o todavía peor", ha indicado antes de zanjar que la independencia de los bancos centrales es algo "que debería quedar fuera de todo debate".
Cambio climático
La presidenta del BCE ha abordado también cuestiones como la importancia del cambio climático y la actual situación de los fondos rusos congelados con motivo de la guerra de Ucrania.
En este sentido, Lagarde ha insistido, como ya ha hecho en varias ocasiones, que el concepto de "riesgo por cambio climático" debe ser tenido en cuenta "por los bancos centrales en su papel de supervisores bancarios", y ha lamentado que, en este sentido, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) nunca ha terminado de decidirse sobre esta cuestión.
En lo que corresponde al uso de los activos rusos para reconstruir Ucrania en un futuro de posguerra, Lagarde ha explicado que "no corresponde" a su cargo ordenar la ejecución de los mismos, antes de indicar que Europa, en estos momentos, ve prioritario que los activos sigan paralizados, y que el interés que generan sea empleado para respaldar ahora a las autoridades ucranianas.
"Los europeos estamos financiando gran parte del respaldo a Ucrania, y es nuestra labor defender la democracia", ha aseverado.
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