El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones abordó este lunes la mesa de negociación sobre la jubilación reversible —también denominada como flexible— con sindicatos y patronal. Según fuentes de la mesa de negociación consultadas por este periódico, el departamento que dirige Elma Saiz se ha abierto a suavizar las condiciones planteadas en el borrador de junio, que excluía a quienes hubiesen trabajado como autónomos en los cinco años previos a la jubilación. La negociación actual apunta a reducir ese plazo, aunque la medida seguiría siendo un obstáculo para los trabajadores que han desarrollado toda su carrera en el RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos) y desean continuar como autónomos tras retirarse.

"La jubilación reversible no está hecha para los autónomos", explican fuentes de ATA (Asociaciones de Trabajadores Autónomos) para El Independiente. Esta modalidad, que permite compatibilizar la pensión con la actividad laboral, quedaba cerrada para quienes hubiesen trabajado por cuenta propia en los cinco años anteriores, según el borrador que presentó el Ejecutivo en junio. Fuentes sindicales de la mesa explican que "inicialmente, se plantearon estos cinco años para evitar situaciones fraudulentas, pero se está negociando reducir este tiempo".

Además, si un jubilado decide reincorporarse al mercado laboral, acogiéndose a esta fórmula como trabajador por cuenta propia, en la mesa de negociación se están planteando propuestas para aumentar la proporción de pensión que recibirían, fijada en el 20% en el borrador de julio. Sin embargo, desde ATA no comprenden por qué se siguen "poniendo barreras". Sobre todo, porque los autónomos son los afiliados a la Seguridad Social "que más uso hacen de los mecanismos de prolongación de la actividad laboral".

Los autónomos explican el 51% del crecimiento de las jubilaciones demoradas

En el caso de las jubilaciones demoradas, que se han disparado un 94,2% en apenas dos años —pasando de 17.651 en 2022 a 34.273 en 2024—, más de la mitad del crecimiento se explica por el tirón de los autónomos. Los trabajadores por cuenta propia han más que duplicado su presencia en esta modalidad, desde los 7.427 en 2022 hasta los 15.909 en 2024. Por su parte, los trabajadores del Régimen General han pasado desde los 10.174 trabajadores en 2022 a los 18.264 en 2024.

Estos datos suponen que el alza de las jubilaciones demoradas se explica en un 51% por la mayor presencia de trabajadores del RETA, en un 48% por los del Régimen General y el 1% restante, por los Regímenes Especiales del Mar, de la Minería y del Carbón.

Por su lado, en la jubilación activa, los autónomos representan el 85,1% del total de trabajadores que optan por esta modalidad. Esta mayor presencia de autónomos en la jubilación demorada y activa se traduce también en una edad media de retiro más elevada que en el Régimen General. Mientras que la edad media de acceso a la jubilación por parte de los trabajadores del Régimen General se situaba en los 65,1 años en julio de 2025 (último dato disponible), en el RETA alcanzaban los 66,5 años.

Esta prolongación del retiro se explica, en gran parte, por la diferencia en la cuantía de las pensiones de entrada al sistema, significativamente inferiores entre los autónomos (1.071,25 euros) respecto a los asalariados del Régimen General (1.728,43 euros), fruto de cotizar por las bases mínimas, un asunto que se está abordando en otra mesa de diálogo. No obstante, también influye el vínculo personal que mantienen los autónomos con sus negocios, que muchos no desean abandonar.

Otras cesiones del Ministerio

Actualmente, para poder hacer uso de la compatibilidad de salario y pensión, la jornada del pensionista debe estar comprendida entre un 25% y 75% en relación con la de un trabajador a tiempo completo. Es decir, entre 10 y 30 horas semanales. Sin embargo, la propuesta sugerida en junio por el Ministerio pretendía elevar las horas trabajadas mínimas y máximas hasta el 40% y 80% para poder tener acceso a la modalidad de jubilación reversible, a cambio de entre un 10% y 20% extra en la cuantía de la pensión.

Pues bien, fuentes del diálogo social aseguran que el departamento se ha abierto a matizar su planteamiento inicial, reduciendo las horas mínimas y ampliando los incentivos económicos. Además, se estudia la posibilidad de que las cotizaciones realizadas durante la jubilación flexible tengan efecto en el recálculo de la pensión, una opción vetada hasta ahora y que podría aplicarse únicamente a quienes se jubilaron de forma anticipada e involuntaria, como consecuencia de despidos o ERE.