La empresa estadounidense Anduril, especializada en tecnología de defensa, lleva tiempo trabajando en el Eagle Eye, una familia de dispositivos para mejorar las capacidades de los soldados en las guerras. De acuerdo con la compañía, la idea es otorgar "superpoderes a los superhéroes", dando a los combatientes la posibilidad de ver antes, decidir más rápido y actuar con mejor información.

En conjunto, Eagle Eye consta de pantallas de visualización frontal, cascos integrados y armaduras informáticas, diseñados desde cero para cumplir con "todos los requisitos necesarios" para el campo de batalla. Pero incluso el propio casco, uno de los elementos centrales que integra varios de estos sistemas, va mucho más allá de ser un simple visor, según detalló Palmer Luckey, fundador de Anduril, en una entrevista con Core Memory.

"Es una carcasa balística totalmente integrada, con protección auditiva, visual y para la cabeza, computación integrada, redes integradas, radios, sistemas de aumento de visión o sistemas de sensores que mejoran la percepción", resumió Luckey. "Estamos construyendo diferentes versiones porque cada persona tiene su rol. El soldado de infantería de primera línea al que le disparan tiene un trabajo diferente al de un logista, un mantenedor de aeronaves o un almacén. El campo de visión que necesitan y el nivel de balística que necesitan son muy diferentes. Por lo tanto, Eagle Eye es una plataforma para albergar múltiples sistemas de aumento de visión", añadió.

De entrada puede sonar un poco abstracto, pero el último vídeo que ha publicado Anduril en sus redes sociales sirve para hacerse una idea de cómo podría funcionar. En realidad la empresa lo colgó para anunciar que ha integrado el comando de misión y los sistemas de inteligencia artificial (IA) directamente en el casco de los soldados, pero está corriendo como la pólvora por su gran parecido con los videojuegos de guerra.

En febrero de este año Anduril asumió la responsabilidad del proyecto del Sistema Integrado de Aumento Visual del Ejército (IVAS) para desarrollar un casco de realidad aumentada que otorgara a los soldados americanos mayor letalidad, movilidad y conocimiento de la situación en el campo de batalla. Microsoft había ganado un contrato de 10 años en 2021 por 21.900 millones de dólares, pero su desarrollo fue muy criticado, entre otras cosas, porque provocaba nauseas, mareos y dolores de cabeza.

Ahora, la visión de Anduril es convertir a cada guerrero en un "nodo conectado en el campo de batalla", y creen que el Eagle Eye puede ayudar desde cuatro perspectivas: planificación de la misión, percepción mejorada, mayor capacidad de supervivencia y conectividad. Algunas fuentes afirman que el proyecto podría avanzar hacia producción inicial entre finales de 2025 e inicios de 2026.

'Ver' a través de las paredes

En la práctica, el Eagle Eye cuenta con un sistema de detección 360° capaz de detectar drones, vehículos y a personas pie y filtrar automáticamente qué es una amenaza y qué no lo es.

Además, puede superponer información digital sobre el mundo real, lo que proporcionaría información vital en tiempo real y permitiría, entre otras cosas, conocer la ubicación precisa de un escuadrón en el espacio global, en lugar de aparecer simplemente como un punto en un mapa 2D.

Este aspecto posibilitaría, como explicaba Anduril en un comunicado, que los soldados puedan "detectar y rastrear amenazas incluso cuando el terreno o las estructuras bloquean la línea de visión directa". De nuevo, el vídeo anterior lo muestra perfectamente, porque se ve cómo un dron (en concreto el Ghost-X, desarrollado por la misma compañía) que está grabando la escena desde atrás muestra esas imágenes en tiempo real a los soldados, permitiéndoles 'ver' a través de las paredes.

"Con Eagle Eye, los combatientes pueden asignar tareas a vehículos aéreos no tripulados, solicitar disparos y controlar a sus compañeros robóticos sin perder la vista", explicaron desde Anduril, añadiendo que, además, el conjunto de sistemas "ofrece protección balística de corte completo y mitigación de ondas expansivas en una carcasa ultraligera diseñada para un uso prolongado. Los sensores de visión trasera y lateral amplían la visibilidad sin distracciones. El audio espacial y la detección de radiofrecuencia añaden capas de protección, alertando a los operadores sobre amenazas ocultas o inmediatas".

"No queremos darles a los militares una nueva herramienta, sino un nuevo compañero. La idea de un compañero de IA integrado en la pantalla se ha imaginado durante décadas. Eagle Eye es la primera vez que se hace realidad", deslizó Luckey.

Aunque en general, el vídeo que muestra el funcionamiento del Eagle Eye ha parecido bastante prometedor para diversos expertos, algunos usuarios han expresado su escepticismo a través de las redes sociales. Uno de ellos, en su cuenta de X, publicó el siguiente mensaje: "Esta cosa parece algo que ningún departamento militar compraría jamás. ¿Qué pasa cuando se agota la batería? ¿O si te disparan en los sensores? Por cierto, un prototipo genial", ironizaba. "Lo mismo que pasa cuando tu visión nocturna se queda sin batería o te disparan en la cara", respondía de inmediato el propio Luckey, "te la quitas y esperas seguir con vida".

En cuanto a la fabricación, Luckey afirmó que el casco se fabricará en Estados Unidos o con aliados estadounidenses, pero recalcando que se hará sin piezas chinas por motivos de seguridad, y aseguró que ya cuenta con prototipos funcionales.

Peso ligero

De acuerdo con Anduril, una de las cualidades principales de este sistema es que es "apto para la guerra", pues está diseñado desde cero para equilibrar el peso, la protección balística, la computación y los sensores en factores de forma que satisfacen el ajuste y la función requeridos en el campo de batalla.

Además, destacan también su "modularidad para cualquier misión", ya que se puede configurar y optimizar para requisitos de misión únicos con factores de forma modulares, sensores complementarios extensibles y una biblioteca de complementos e integraciones de software.

"Eagle Eye conecta a cada combatiente a un arsenal digital de efectos, sensores, herramientas y comunicaciones a través de un sistema de aplicación abierto y una arquitectura de comando de misión", apostillan desde la empresa.

El invento surge de la asociación de la compañía desarrolladora con líderes comerciales como Meta, Oakley Standard Issue, Qualcomm y Gentex, que han invertido miles de millones en realidad aumentada, gafas de combate, computación de formato pequeño, detección ambiental y sistemas de protección balística para incorporar tecnología probada en las plataformas que usan los combatientes. Desde Anduril defienden que "este enfoque reduce costos, acelera el desarrollo y garantiza un camino hacia la innovación continua".