El cierre del año se acerca y los pensionistas españoles ya comienzan a anticipar cómo cambiarán sus pensiones en 2026. La actualización anual de estas prestaciones está directamente ligada al Índice de Precios de Consumo (IPC), que mide la inflación y refleja el incremento general de los precios.
Tipos de pensiones y su actualización según el IPC
En España, el sistema público de pensiones se divide en dos grandes grupos: las pensiones contributivas y las no contributivas. Las primeras se conceden a quienes han aportado al sistema de Seguridad Social durante un periodo mínimo, y su cuantía depende de las bases y años de cotización.
Pensiones contributivas
Entre ellas se incluyen:
- Pensión de jubilación, destinada a quienes alcanzan la edad legal tras haber cotizado el tiempo requerido.
- Pensión de incapacidad permanente, dirigida a quienes presentan alguna limitación para trabajar, clasificada en grados según su gravedad.
- Pensión de viudedad, para los cónyuges o parejas de hecho tras el fallecimiento del titular.
- Pensión de orfandad, que protege a los hijos o dependientes menores de edad.
- Y la pensión en favor de familiares, para aquellos parientes dependientes que no tienen derecho a otras pensiones.
Pensiones no contributivas
Por otro lado, las pensiones no contributivas están pensadas para personas que no han cotizado o lo han hecho insuficientemente, pero que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad social o económica. Estas prestaciones buscan garantizar un mínimo vital a colectivos como personas con discapacidad o mayores sin recursos.
Cómo afecta el IPC a las pensiones
El Instituto Nacional de Estadística (INE) dará a conocer el 28 de noviembre de 2025 el dato adelantado del IPC correspondiente a noviembre. Este valor, aunque provisional, servirá para calcular de manera aproximada la subida de las pensiones para el próximo año. El dato definitivo se publicará en diciembre y será la base para aplicar la revalorización de las pensiones contributivas desde el 1 de enero de 2026.
Considerando la evolución del IPC entre diciembre de 2024 y septiembre de 2025, se estima un incremento del 2,6 % para las pensiones contributivas en 2026. Esta previsión coincide con la realizada por varias entidades financieras, como BBVA, aunque puede variar según la evolución del IPC en octubre y noviembre, dado que este índice refleja la variación de precios desde diciembre del año anterior hasta noviembre del actual.
Gasto en pensiones
La Seguridad Social destinó en agosto de 2025 un total de 13.620,8 millones de euros para atender las pensiones contributivas, lo que representa un aumento del 6,2 % respecto al mismo mes del año previo. La mayor parte de este desembolso correspondió a las pensiones de jubilación, con 9.954,9 millones de euros, seguidas por las pensiones de viudedad con 2.198 millones, incapacidad permanente con 1.252,6 millones, orfandad con 178,8 millones y, por último, las pensiones en favor de familiares con 36,5 millones.
Con un ajuste aproximado del 2,6 %, las pensiones contributivas quedarían en 2026 en las siguientes cifras: la pensión media de jubilación aumentaría de 1.506 a 1.544 euros mensuales; la pensión media de viudedad subiría de 935 a 958 euros; la pensión media por incapacidad permanente pasaría de 1.209 a 1.239 euros; la pensión máxima, que en 2025 es de 3.267,60 euros, se situaría cerca de los 3.355 euros; la pensión mínima sin cónyuge a cargo se elevaría de 874 a 897 euros; y la mínima con cónyuge a cargo crecería de 1.127 a 1.158 euros mensuales.
En cuanto a las pensiones no contributivas, las mínimas de jubilación y viudedad, así como el Ingreso Mínimo Vital (IMV), continuarán aumentando en 2026 por encima del IPC interanual registrado entre diciembre de 2024 y noviembre de 2025.
Aunque aún no se conoce el dato definitivo del IPC para 2025, las previsiones apuntan a que las pensiones contributivas experimentarán una revalorización cercana al 2,6% en 2026, asegurando así que los pensionistas mantengan su poder adquisitivo frente al aumento general de precios.
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