En la cuna de algunas de las entidades financieras más relevantes de la historia reciente del país, acceder a un cajero automático sigue siendo hoy un lujo. En Euskadi existen aún 38 localidades, el 15% del total, en las que no existe ni un cajero donde poder sacar dinero o realizar consultas sencillas. Las entidades financieras acumulan años asegurando que no les es rentable prestar este servicio en municipios de baja población.
Ahora, las instituciones vascas se han propuesto ponérselo más fácil. Lo harán mediante incentivos fiscales y ayudas públicas con las que la colocación de un cajero sea un ‘negocio’ más atractivo para cajas y bancos.
En el objetivo se han unido tanto el Gobierno vasco como las diputaciones forales. En el primer caso, con una convocatoria de ayudas a las entidades que accedan a instalar y mantener un cajero en alguno de los municipios que no los tienen: 22 en Bizkaia, 11 en Alava y 5 en Guipúzcoa. Se trata de pueblo en los que la población tiene más de 300 habitantes pero el cajero más próximo está a al menos 8 kilómetros.
1,14 millones en ayudas
El Ejecutivo de Imanol Pradales ha convocado una licitación para conceder las ayudas por un importe de 1,14 millones de euros para la instalación de los 38 cajeros, es decir, a 30.000 euros de media en ayuda por cada uno de ellos. Las entidades financieras deberán presentar sus propuestas, costes y condiciones para prestar el servicio si quieren concurrir al programa de ayudas públicas.
Al mismo tiempo, la instalación de estos servicios disfrutará de un beneficio más: una desgravación fiscal. La medida la han acordado las tres diputaciones forales, competentes en materia fiscal, y consiste en la concesión de una desgravación de 600 euros durante el primer año por cada cajero instalado.
Se estima que con esta medida quedé cubierta una población de más de 22.500 personas. La extensión de este servicio podría alcanzar prácticamente el 93% de los municipios vascos y al 96% de la población del medio rural. El plan del Gobierno vasco se engloba dentro del 'proyecto Berosi', de Servicios Básicos para el Desarrollo Rural. Se prevé en completar las instalaciones antes de 2029, aunque 31 cajeros del total estarán disponibles en el plazo de dos años.
Obra Social y Cooperativas
Esta desgravación se incluye en el llamado impuesto a los beneficios extraordinarios a la banca y que en el caso del País Vasco incorpora esta desgravación. No es la única medida singular en Euskadi que incluye. La norma acordada también permitirá a las entidades financieras deducciones por su gasto en obra social y en fondos de cooperativas. Las principales beneficiarias de esta medida son Kutxabank y Laboral Kutxa.
Actualmente Kutxabank destina el 60% de sus beneficios a su obra social, que la llevan a cabo los tres accionistas de la entidad: BBK, Kutxa y Vital. En el caso de Laboral Kutxa, la entidad del Grupo Mondragón, podrá deducirse el 50% del monto que dedique al fondo de reserva de las cooperativas.
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