Es la gran factura post apagón. Tras el 'cero energético' del pasado 28 de abril España comenzó a aplicar un modelo reforzado de planificación energética para evitar nuevos problemas de sobretensión que pudieran derivar en un nuevo colapso. La llamada "programación reforzada" que desde entonces comenzó a aplicar Red Eléctrica, operadora del sistema, supone incrementar el peso de las redes convencionales en detrimento de las renovables, con menor capacidad de absorción de alteraciones de tensión.

Este cambio ha supuesto que energías como la producida por los ciclos combinados de gas haya adquirido un mayor peso en el 'mix energético' desde el mes de mayo hasta ahora. Se trata de una fuente de energía más cara y por tanto con un sobrecoste en el precio y con reflejo en la factura de los casi 30 millones de consumidores.

Red Eléctrica ha realizado una primera evaluación del 'sobrecoste' que está teniendo tener que funcionar con una programación reforzada: 422 millones de euros de mayo a octubre. Este incremento supone alrededor de 70 millones de euros más al mes de media para producir energía en el sistema. En términos relativos el impacto es de un 2,34% en el precio final de la energía que este mes se sitúa 95,01 euros por MWh.

Red Eléctrica ha estimado que un usuario sujeto a PVPC con un consume medio mensual de 300 KWh habría tenido que pagar 3 céntimos más al día por la aplicación de este sistema reforzado.

El operador del sistema asegura que esta modalidad de programación comenzó a aplicarse desde el 30 de abril, sólo dos días después del apagón, y que su pretensión es mantenerlo "hasta que se aprueben e implementen todas las medidas normativas" de mejora que ha planteado y hasta "tener claro el fenómeno que causó la oscilación anómala y forzada". También señala que operará así hasta que el comportamiento "de los sujetos del sistema sea acorde a los requisitos normativos de control de tensión".

Añade además que en los primeros nueve meses la programación reforzada ha representado el 0,8% del volumen de energía renovable no gestionable que no se integró en el sistema por motivos de seguridad.