Noruega y el consorcio europeo NHIndustries (NHI) (que está formado por Airbus HelicoptersLeonardo y Fokker) han logrado una solución definitiva para resolver el conflicto que les había enfrentado por los helicópteros NH90. De esta forma, Oslo se ha comprometido a devolver todas las unidades que había comprado, a cambio de que la compañía le abone 305 millones de euros como compensación, que se unen a otros 70 millones que ya habían pagado previamente.

De esta forma, ambas partes evitan ir a un juicio que estaba previsto que comenzara el próximo 10 de noviembre, y resuelven una disputa que tiene su origen en 2001, cuando el gobierno noruego compró 14 helicópteros NH90, que debían estar en servicio para el año 2008. Sin embargo, en 2022 Oslo decidió romper el contrato. En ese momento solo ocho unidades estaban operativas a causa de diversos retrasos, por lo que Noruega decidió apostar por los estadounidenses MH-60R Seahawk, fabricados por Sikorsky (Lockheed Martin).

No es la primera vez que ambas partes se ven involucradas en un conflicto similar. De hecho, por parte de Noruega, el pasado junio el país firmó la paz con Navantia a cambio de 47,5 millones de euros -originariamente reclamaban 1.300 millones- por el hundimiento de la fragata F313 Helge Ingstad, fabricada por el astillero español. Fue otro gran enfrentamiento, que acabó resolviéndose a tiempo mediante un acuerdo.

Pero es cierto que los NH90, que actualmente operan una docena de países, han causado problemas en algunos casos. Bélgica optó en un primer momento por reducir el uso de las cuatro unidades de versión de transporte (TTH) con las que contaba, y acabó retirándolos asegurando que habían sido una "mala compra". Con todo, los belgas sí siguen utilizando cuatro de estos helicópteros en su versión naval (NFH).

Australia tomó una decisión parecida, retirando sus MRH90 -la versión local de estos helicópteros- una década antes de que finalizara su vida útil. Y Suecia estuvo a punto de seguir el mismo camino, llegando a tramitar la cancelación del contrato de compra que finalmente interrumpió. De hecho, recientemente el país sueco ha optado por actualizar estos aparatos.

El papel de los NH90 para España

En España, estas aeronaves están llamadas a jugar un papel central. Hasta el punto de que se han convertido en el primer sistema de armas compartido por los tres ejércitos: Tierra, Aire y Armada.

El pasado 21 de octubre el Consejo de Ministros aprobó un contrato para adquirir 31 helicópteros multipropósito NH90 por 1.785 millones de euros. Moncloa lo justificó explicando que "es necesario disponer de una plataforma de tipo helicóptero medio que permita realizar operaciones aeromóviles y aeronavales, de apoyo logístico, de proyección, protección, búsqueda y rescate, de operaciones aéreas especiales, de recuperación de personal y de helitransportes".

El acuerdo contempla también el apoyo logístico inicial, y se trata en realidad de la tercera fase del programa. Previamente, en las dos primeras fases, el Gobierno ya acordó comprar 22 y 23 de estas unidades, respectivamente.

El primer NH90 se entregó al Ejército de Tierra en 2014. Luego hubo que esperar hasta diciembre de 2024 para que la primera unidad llegara al Ejército del Aire y del Espacio. Y en mayo de este año le tocó el turno a la Armada. De esta forma, las tres ramas cuentan ya con esta aeronave en sus flotas, pero aún quedan muchas entregas previstas que se completarán en los próximos años.

Las "debilidades" de los helicópteros

Las fuentes consultadas por este periódico consideran que si se consiguiera que los NH90 fuesen fiables sería "ideal", dado que se trata de una plataforma compartida entre los tres ejércitos, algo que genera múltiples ventajas. Pero visualizan una "alta probabilidad de fracaso" por una serie de "debilidades" que hasta el momento han mostrado.

"Sobre el papel, las características de los NH90 son fabulosas, y sus sistemas son el último grito, aunque son muy caros. Pero tienen que funcionar y ser fiables. A la guerra tienes que ir con máquinas que tengan un mantenimiento fácil, que pueda hacerse en medio del campo incluso en condiciones complicadas", sostienen.

En algunos países estos helicópteros han sufrido retrasos en sus entregas de varios años y sobrecostes. Otro de los problemas principales en los últimos tiempos ha sido la falta de repuestos, que hacía que cualquier avería tardara en solventarse más de lo previsto. Y estos dos aspectos han provocado que en algunos csas haya habido baja disponibilidad operativa.

En general, las mismas fuentes apuntan que los helicópteros de fabricación europea suelen tener un problema, que los NH90 comparten, y es la corrosión que sufren cuando se operan en entornos exigentes como los marítimos, algo que los estadounidenses, aseguran, no suelen sufrir con tanta frecuencia.

Según explican, es algo que viene de largo. Ponen como ejemplo los Bell 212 que la Armada adquirió en los años 70 a la compañía italiana Agusta, que los fabricaba bajo licencia. En su versión estadounidense, estas aeronaves no sufrieron corrosión cuando fueron operadas por militares españoles, pero el modelo italiano sí la padeció, especialmente en la zona de las turbinas. Diversos países detectaron lo mismo en los NH90.

Por eso, las fuentes ven especialmente problemática la versión naval de estas aeronaves, diseñada especialmente para la Armada. "En los ambientes salinos, la corrosión no puede ser un problema", apuntan. "Y tienen que estar muy bien probados porque los golpes del mar transmiten vibraciones a los barcos, y a todos los equipos montados en ellos, que pueden afectar", añaden.

Además, cada rama del Ejército cuenta o contará con su propio simulador de NH90, algo poco "rentable". "Ahora que hay dinero para destinarlo a defensa, hay que saber invertirlo bien. Por eso hay que apostar por productos muy fiables. En el caso de los helicópteros, una buena opción sería el MH-60R Seahawk", zanjan.