El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comentado en varias ocasiones que la economía española "va como un cohete". Esta afirmación, reproducida también por el resto de miembros del Gobierno, se apoya en los datos macroeconómicos, que han situado a España como la economía de la zona euro que más ha crecido desde 2023. Sin embargo, aunque la economía 'vuela', los ciudadanos no perciben ni la ventolera del despegue. De acuerdo con la Encuesta sobre finanzas del hogar de Funcas, más de la mitad de los españoles —el 55 %— considera que la situación económica del país es peor que antes de la pandemia.

El director del grado en Economía de la Universidad CEU San Pablo, José Manuel Maneiro Jurjo, explica para este periódico que "se ha producido una tormenta perfecta" que impide a los españoles percibir en su bolsillo la buena marcha de los datos macroeconómicos. Una parte esencial de esa brecha está en que el PIB per cápita avanza a la mitad de ritmo que el PIB total, ya que el crecimiento se reparte entre una población que no deja de aumentar. A ello se suma que los salarios han tardado en seguir el ritmo de la inflación acumulada en los últimos años, mientras que bienes básicos como los alimentos o la vivienda se han encarecido por encima de las rentas.y además, una parte de las subidas salariales se ha visto absorbida por el IRPF al no haberse actualizado los tramos con la inflación.

Una brecha salarial con Europa del 25%

Los salarios de los españoles se han incrementado desde 2019 un 20,4%, según la Encuesta de Coste Laboral que publica trimestralmente el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Sin embargo, este avance sigue partiendo de niveles muy bajos en comparación con los europeos. La propia vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, lo reconoció a principios de noviembre durante su comparecencia en la Comisión de Trabajo en el Congreso de los Diputados: "Hay un dato muy malo, que a mí me saca los colores cuando hablo con los comisarios... y es que estamos a una distancia del 25% en términos salariales de Europa".

Este diferencial refleja un modelo productivo intensivo en mano de obra y con actividades de menor valor añadido, que se traduce en que la mediana salarial, es decir, el sueldo más "típico", ya que se sitúa justo en la mitad de todos los salarios, apenas alcance los 1.660 euros mensuales. Así, aunque los salarios han subido en los últimos años, lo han hecho desde niveles que dificultan que esa mejora se traduzca en un mayor bienestar percibido por los hogares.

¿Y cómo han evolucionado los precios de los productos?

Por su lado, la inflación ha crecido un 22,1% desde junio de 2019 hasta el mismo mes de 2025. Esto quiere decir que, en los últimos seis años, los españoles han perdido un 1,7% de poder adquisitivo. Además, hay que tener en cuenta que este dato de la inflación procede del dato general del Índice de Precios al Consumo (IPC), es decir, es un agregado de componentes y, por ello, hay algunos elementos que han crecido todavía más. Es el caso de la cesta de la compra, que se ha encarecido un 38,7% o irse de vacaciones a través de una agencia —los paquetes turísticos, que incluyen transporte y alojamiento—, cuyo precio ha aumentado un 38,1% desde antes de la pandemia.

Además, como se muestra en el gráfico, si hay un bien en el que la desconexión entre la visión macroeconómica y la vida cotidiana se hace más evidente es en la vivienda. Desde el segundo trimestre de 2019 y hasta el mismo periodo de 2025, el precio de la vivienda nueva se ha disparado un 87,8% y el de la vivienda de segunda mano, un 56,5%, según el índice de Precios de la Vivienda (IPV) que publica el INE.

El secretario general de CCOO, Unai Sordo, lo resumía así este jueves: "Algunos precios, particularmente los de la vivienda, se están incrementando a mayor ritmo y, por tanto, todas las personas, aunque vean mejorado su salario un 3% o un 4%, si tienen que hacer frente a una hipoteca o un alquiler, están teniendo problemas para llegar a fin de mes". Una situación especialmente sensible entre los jóvenes. Según el Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud, un joven tendría que destinar el 102% de su salario para pagar una vivienda en solitario, muy lejano del umbral del 30% que los organismos europeos consideran razonable para que la vivienda sea asequible.

A esta dinámica se suma la presión que ejerce la llegada de más de dos millones (2.009.646) de inmigrantes desde 2019. La economista sénior de Funcas, María Jesús Fernández, señala para El Independiente que "muchos son familiares, pero aunque fuese un millón de hogares nuevos... es mucho, y eso, obviamente presiona el precio de la vivienda todavía más".

El último informe del Consejo Económico y Social (CES) sobre La realidad migratoria en España confirma este impacto: "La demanda de vivienda por parte de extranjeros, supuso en torno a una quinta parte del total de viviendas compradas en 2024, habiendo crecido de forma significativa tras la pandemia (un 18% más que en 2019) y es un factor fundamental para explicar el repunte en la demanda de vivienda en el ciclo expansivo actual".

35.000 millones extra para Hacienda

Pero claro, el margen de los hogares no depende solo de lo que gastan, sino también de la parte del salario que queda disponible tras pasar por Hacienda. Según explica la economista sénior de Funcas, una parte de estas mejoras retributivas se ha visto neutralizada por el efecto de la "progresividad en frío del IRPF. Como los tramos no se han ajustado a la inflación, muchos trabajadores han pasado a escalones superiores del impuesto aunque, en realidad, solo han visto su sueldo aumentar para cubrir la inflación". Es decir, pagan más IRPF sin haber ganado realmente más poder adquisitivo.

Los datos que proporciona Fernández a partir de la Contabilidad Nacional de los Hogares ponen coste a este fenómeno. "Antes de la pandemia, las familias destinaban el 10,8% de su renta total al pago del IRPF. En 2024, esa proporción se situaba en el 12,4% y actualmente ronda el 12,6%. Estos dos puntos de diferencia suponen alrededor de 35.000 millones de euros más" que salen de los bolsillos de las familias respecto a 2019.