La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha publicado este lunes la Opinión sobre la reforma del marco fiscal nacional, un sistema implantado tras la crisis financiera que engloba el conjunto de reglas, instituciones, instrumentos y prácticas presupuestarias orientado a preservar la estabilidad presupuestaria y la sostenibilidad de las cuentas públicas. Pues bien, según los cálculos del organismo, de haberse cumplido el marco fiscal, la deuda pública se situaría en el entorno del 69%, frente al 103% actual, es decir, 34 puntos porcentuales menos.

De acuerdo con el documento, desde 2013, el objetivo de estabilidad presupuestaria — es decir, la senda de déficit— solo se ha respetado en tres de los siete años (2013, 2016 y 2017). En cambio, el objetivo de deuda pública se ha cumplido en todos los ejercicios en los que estuvo fijado, con la excepción de 2013 y 2019. No obstante, el grado de cumplimiento varía significativamente entre administraciones.

En el caso de la Administración Central, apenas ha alcanzado el 41% de los objetivos fijados desde 2013. En concreto, de los siete años en los que se fijó una senda de déficit, solo se ha cumplido en 2015. Por su lado, la regla de gasto se ha cumplido en tres de los ocho ejercicios en que ha estado en vigor y el objetivo de deuda se ha cumplido en cinco de los siete ejercicios establecidos.

Las comunidades autónomas muestran un cumplimiento del 61%, aunque con grandes diferencias entre las regiones. El mayor grado de disciplina se observa en el objetivo de deuda (87%), mientras que en el déficit (48%) y la regla de gasto (49%) predominan los incumplimientos. De hecho, en el agregado del subsector, en cada uno de los ejercicios analizados, al menos una de las reglas fiscales ha sido incumplida.

Las entidades locales se sitúan como el subsector más disciplinado, con un 87% de los objetivos alcanzados. Tan solo en 2015 y 2019 se incumplió la regla de gasto, y la mayoría de ayuntamientos respetaron simultáneamente las tres reglas fiscales en el periodo analizado.

Por último, los Fondos de la Seguridad Social han cumplido su objetivo de estabilidad presupuestaria en cuatro de los siete años. Entre 2013 y 2019, el saldo de los Fondos de la Seguridad Social se deterioró en dos décimas del PIB en sentido contrario a la senda de consolidación prevista. Además, en 2016, el objetivo de déficit se incrementó en 1,1 puntos "dada la elevada desviación acumulada en 2015" y a partir de entonces se retomó una senda de consolidación, pero más gradual, con reducido éxito dado que en 2019 la desviación se situaba en cuatro décimas.

En este contexto, la presidenta de la AIReF, Cristina Herrero, ha alertado de que el bajo nivel de cumplimiento de las reglas fiscales demuestra que el actual marco nacional es "poco sólido, coherente y eficaz", y que algunas exigencias resultan tan estrictas que acaban generando efectos contraproducentes. Por ello, el organismo ha insistido en la necesidad de revisar el sistema para adapatar los objetivos a una planificación "realista" y alineada con la regla fiscal europea.