Esta semana, Navantia inició la construcción de primero de los buques que fabricará para Reino Unido. Lo hizo a través de su filial en el país anglosajón, Navantia UK, y en el marco del programa británico Fleet Solid Support (FSS), en el que el astillero español participará con la construcción de tres buques de apoyo logístico que, entre otras cosas, facilitarán municiones, repuestos, alimentos y otros suministros al grupo del portaaviones de la Royal Navy en alta mar.

En la ceremonia del corte de la primera chapa, que tuvo lugar este miércoles, se anunció que la nave se llamará RFA Resurgent. Cada uno de los barcos tendrá 216 metros de eslora (el equivalente a dos campos de fútbol) y 39.000 toneladas de desplazamiento, lo que significa que serán las segundas naves más grandes al servicio de la Defensa de Reino Unido, solo por detrás de los propios portaaviones.

El contrato, firmado en 2022, contempla más de 1.800 millones de euros por los tres buques, que se espera que estén listos para el 2032. El programa se adjudicó a la alianza Team Resolute, conformada por Navantia, su socio BMT y Harland & Wolff, que fue rescatada por el astillero español hace un año tras entrar en concurso de acreedores.

Precisamente ese movimiento posibilitó que Navantia se hiciera con las instalaciones de Appledore, Belfast, Methil y Arnish de Harland & Wolff, garantizando la continuidad del programa FSS, que en Reino Unido se desarrollará en las dos primeras ubicaciones. Y también permitió que la compañía española ganara músculo para dedicárselo a un proyecto que saben que les dará prestigio.

Y es que desde la perspectiva de Navantia, y por lo tanto también de España, este es un programa importante por muchos motivos. Será la primera vez que la empresa construya un barco para la Royal Navy. Y también la primera ocasión en la que el grupo construye un programa internacional fuera de España en un astillero propio. 

"Somos un país puntero en la construcción naval, y esto es un éxito de nuestra industria", sostiene una fuente militar, que considera que el programa para Reino Unido "es muy importante después de la supuesta pifia con Noruega, aunque habría mucho que hablar sobre ese asunto", recalca.

Se refiere al hundimiento en 2018 de la fragata noruega F-313 Helge Ingstad, construida por Navantia, tras chocar con un petrolero. Un incidente que provocó un enfrentamiento directo entre el astillero y el Gobierno noruego, que reclamaba una compensación de 1.300 millones de euros. Finalmente ambas partes llegaron a un acuerdo por el que Navantia se comprometió a hacerle algunos descuentos a Noruega (de un máximo de 47,5 millones de euros) en los trabajos de apoyo al ciclo de vida y actualización del resto de fragatas. Aunque lo cierto es que el país ha tenido problemas similares con otros acuerdos militares, como por ejemplo en el de los helicópteros NH90.

"Con la compra de los astilleros de Harland & Wolff Navantia dio un gran paso para convertirse, junto a Fincantieri y a Naval Group, en los astilleros líderes y de referencia en Europa", coincide otra fuente. "Si a esto le añades el programa FSS para la Royal Navy, supondrá un salto definitivo en el prestigio de Navantia y de España, que puede paliar la desastrosa situación de desprestigio internacional a la que nos han llevado nuestros gobernantes, que han perdido muchos millones en programas con proyectos punteros como son los de fragatas y submarinos", añade.

Aunque las fragatas F-100 han sido un caso clarísimo de éxito, y sirvieron de inspiración para vender diseños otros países, lo cierto es que Navantia se ha quedado fuera de varias carreras en los últimos años para construir más buques de este estilo para países como Australia o Grecia. En el caso de los submarinos S-80, este periódico ya explicó el motivo por el que los países no están queriendo comprarlos. Canadá, India y Polonia acabaron rechazando a la empresa española.

Además, otro punto positivo es que el FSS también generará carga de trabajo en nuestro país. "En el programa para Reino Unido participan también con miles de horas de trabajo los astilleros de Navantia en España y varias empresas de ingenierías y servicios nacionales", recuerda una fuente consultada, que ensalza el renombre que tiene la Royal Navy.

"Es una de las referentes, una marina de gran nivel y preparación. A nivel de material, de instalaciones, bases y apoyo es enorme", resume. "A nivel de recursos humanos yo mismo participé en los ejercicios navales más importantes que hacen al norte en Escocia con la fragata Canarias de la Armada, y ellos en una fragata similar tenían el doble de oficiales y suboficiales que nosotros. Eso sí, por supuesto que cumplimos tanto o más que ellos a base de un enorme esfuerzo", zanja.