Con la llegada de una de las épocas de más frio de este invierno, la moda infantil se adapta a los meses de más tiritonas con propuestas que combinan abrigo, comodidad y conciencia medioambiental. Este invierno, las tendencias apuestan por prendas funcionales, alegres y sostenibles, pensadas para acompañar el ritmo diario de nuestros niños.

Los estampados cobran un protagonismo especial en las colecciones de esta temporada. Las rayas regresan como uno de los motivos clave, junto a diseños inspirados en la naturaleza —hojas, aves y flores— que aportan vitalidad y un aire optimista a vestidos, chaquetas y pantalones. También destacan los cuadros clásicos, reinterpretados con un enfoque folk y contemporáneo.

En cuanto al color, predominan los tonos cálidos propios del invierno, como terracota, mostaza, beige y marrón chocolate, combinados con acentos vibrantes en azul marino y granate, una paleta pensada para transmitir calidez en los días más fríos.

La sostenibilidad y la autonomía infantil se consolidan como ejes centrales del sector. Cada vez más marcas incorporan tejidos naturales y reciclados, junto a diseños ergonómicos que facilitan el movimiento y fomentan la independencia, con cinturillas elásticas y cierres sencillos.

En esta línea, Okaïdi presenta una colección de invierno que une estilo, inclusión y compromiso medioambiental, con prendas versátiles y accesibles desde 5,99 euros. La nueva línea, inspirada en la naturaleza y desarrollada en colaboración con el artista multidisciplinar Matías Larrain, incorpora ilustraciones coloridas de pájaros y elementos naturales en prendas unisex. La unión entre diseño, arte y sostenibilidad marca así el rumbo de la moda infantil en 2025, con colecciones que buscan no solo vestir a los más pequeños, sino también fomentar la creatividad, la expresión personal y el cuidado del entorno.